El juego heurístico, conocido también como el cesto de los tesoros, es una actividad que enriquece las capacidades físicas, cognitivas, sociales y emocionales desde una edad temprana. Se trata de un método que despierta la curiosidad en los niños y que permite desarrollar sus habilidades. Hoy te contamos más sobre esta propuesta didáctica y te guiamos para que también puedas prepararla en casa. ¡Vamos a ello!
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Índice de contenidos
¿Qué es el juego heurístico?
Los niños tienden a explorar y a descubrir de forma natural con los objetos que tienen a su alrededor. En este sentido, la doctora Elinor Goldschmied propuso el juego heurístico o cesto de los tesoros. La idea de esta actividad es que los niños de entre los 12 y los 24 meses manipulen y experimenten con diferentes objetos para descubrir y, a la vez, aprender.
El término “heurístico” significa hallar, inventar y comprender en un proceso de aprendizaje activo. Abrir, cerrar, tapar, meter unos objetos dentro de otros, sacarlos, apilarlos… son acciones que ejercitan y enriquecen las capacidades en la infancia, ya que a través de todo este proceso, ellos empiezan a descubrir y a saciar su curiosidad.
Beneficios de jugar al cesto de los tesoros
En el juego heurístico, el niño es el centro de su propio aprendizaje al ir explorando y descubriendo de manera natural todo lo que le rodea. Este protagonismo que toma el pequeño ya demuestra lo beneficiosa que puede ser este tipo de actividad para él. Pero son múltiples los beneficios de jugar al cesto de los tesoros. ¡Conócelos!
- Activa las capacidades perceptivas: el oído, la visión, el gusto, el tacto y el olor.
- Desarrolla las habilidades motrices.
- Los niños se familiarizan con las leyes de la naturaleza: el equilibrio y la gravedad.
- Fomenta la generosidad entre los pequeños, ya que estos aprenden a compartir.
- Potencia la imaginación y despierta su curiosidad por descubrir y experimentar.
- Incentiva sus capacidades cognitivas. A través de esta propuesta de juego, los niños comprenden mejor su entorno, tienen más facilidad para relacionarse y de retener conocimiento.
- Es una forma de potenciar el crecimiento personal, ya que el niño es el propio constructor de sus ideas y utiliza el material para hacer diferentes creaciones.
Fases del juego heurístico
Normalmente, la metodología del juego heurístico se divide en diferentes etapas de juego, el cual se desarrolla en unos 45 minutos y se realiza, normalmente, en grupos de 8 a 10 niños. A continuación, vemos cómo se lleva a cabo la actividad. ¡Sigue leyendo!
- Para empezar, en la fase preparatoria se prepara el material y se elige el espacio de juego para el niño. La idea es seleccionar tres tipos de materiales sensoriales distintos y escoger los recipientes donde llenar y vaciar. A partir de ahí, se colocan los objetos en varios puntos del suelo para que después el niño pueda agruparlos.
- En la fase del juego o de exploración, como su propio nombre indica, los niños experimentan libremente con los diferentes objetos y descubren su utilidad, ven cómo pueden aprovecharlos y hacen preguntas sobre lo que quieren saber. Así, van tapando, destapando, montando y emparejando piezas hasta agrupar y encajar. Y vuelta otra vez.
- La fase de recogida es la tercera y última etapa del juego heurístico. Aquí los pequeños tendrán que recoger y ordenar el material donde corresponda. El objetivo es que guarden los objetos de forma organizada según sus propias características. En esta etapa es importante ayudar al niño a catalogar los objetos, según su forma, color o nombre. De esta manera los niños aprenden a clasificar y organizar y, a la vez, incentivan el uso del lenguaje.
El rol que juegan los adultos
En el juego heurístico, los padres y educadores toman un papel relevante. Ellos son los facilitadores de esta actividad y es importante observar y prestar atención a las interacciones del niño.
Eso sí, no hay que interrumpirles ni distraerles cuando estén inmersos en el juego. Es importante dejarles hacer para que vayan descubriendo y aprendiendo por sí mismos. Piensa que este tipo de juego es una actividad libre, no hay reglas ni pautas establecidas y, por tanto, el niño puede desenvolverse a su manera, dependiendo de su curiosidad y del aprendizaje que va adquiriendo.
Como padre o educador disfrutarás viendo cómo el pequeño experimenta y comprende por voluntad propia. Y, además, es una buena oportunidad para observarles y conocerles mejor, ver cuáles son sus intereses y en qué casos presenta más dificultades. Por lo que, este juego también es una forma de aprendizaje para los padres y profesionales de la educación.
Consejos para preparar la actividad en casa
El juego heurístico es muy característico en las aulas de educación infantil, pero también se puede preparar en el hogar. ¿Quieres organizar esta actividad lúdica en casa? ¡Organiza el juego del cesto de los tesoros! Te damos algunos consejos:
- El juego se puede organizar de forma individual, pero lo ideal es reunir más niños para que sea más divertido y se fomenten sus relaciones sociales a través del ocio y el aprendizaje.
- Antes de organizar el espacio de juego, retira todo lo que pueda distraer su atención (teléfonos, otros juguetes…).
- Selecciona minuciosamente los materiales, procura que sean variados, de diferentes dimensiones, texturas, colores… También piensa que los objetos que elijas se deben poder combinar entre sí y dar varias posibilidades para experimentar. Los objetos pueden ser confeccionados (trozos de tela, pompones de lana…), comprados (anillas de cortina de madera, rulos de peluquería, pinzas de tender, flotadores de corcho..) o también otros de forma cilíndrica o de cono. Por otra parte, también puedes incorporar objetos contenedores como cajas de cartón, botes sin tapadera, rollos de papel…
- Para la recogida, elige bolsas de tela donde guardar y clasificar todo el material cuando finalice el juego.
- A la hora de recoger es bueno verbalizar las acciones. Por ejemplo: “ahora recogemos las anillas, después las pinzas…”.