La disglosia es un trastorno del habla que produce alteraciones anatómicas y/o fisiológicas que dificulta en los niños la pronunciación de fonemas. En este artículo, queremos contarte en qué consiste exactamente y qué tipos existen. También cómo pueden realizarse las intervenciones para mejorarla y cuáles son las principales actividades para trabajarla en el aula. Si quieres trabajar con niños, te animamos a que eches un vistazo a nuestros Cursos Jardín de Infancia para ampliar tus conocimientos en el cuidado, desarrollo y estimulación infantil.

¿Qué es la disglosia infantil?

Como comentábamos antes, esta patología es un trastorno del habla. Este tipo de alteraciones son frecuentes en niños y, aunque no hay que preocuparse cuando aparecen, sí es importante detectarlos a tiempo.

Concretamente, se trata de un trastorno que afecta a la pronunciación y la articulación de las palabras. Su causa principal es la malformación en los órganos encargados de ello. En algunas ocasiones, puede deberse a defectos en estos órganos o bien a un desarrollo tardío en los mismos, aunque el primer caso es el más frecuente.

Para detectar esta condición, es importante atender a diferentes aspectos. En primer lugar, hay que inspeccionar todos los órganos encargados del habla, la masticación y la articulación de las palabras. Para ello, es fundamental asegurarse de que tienen el tamaño y las proporciones adecuadas. Debido a que los defectos anatómicos y/o fisiológicos son los que afectan a esta condición, es importante consultar con un otorrinolaringólogo. Los ortodoncistas u otros profesionales médicos que estén especializados en esta parte del cuerpo también sabrán detectarlo. Ellos serán los encargados de establecer si existen defectos en labios, paladar, amígdalas, lengua o incluso en la forma de respirar.

En definitiva, esta condición puede empezar a intuirse por los síntomas que hemos comentado. Una vez que esta sintomatología aparece, te recomendamos que observes las proporciones bucales del niño. Después, es aconsejable acudir a su pediatra, pues este será el encargado de decidir a quién deriva el análisis.

Tipos de variantes que existen

Las variaciones de esta enfermedad pueden estar causadas por diferentes razones que afectan a unos u otros órganos. Así, a continuación te contamos cuáles son los diferentes tipos de disglosia y cuáles son sus causas.

Disglosia en el paladar

En este caso, existe una malformación que afecta al tamaño o a la forma del paladar (velo largo, fisuras en diferentes regiones). Estas malformaciones pueden ser congénitas, deberse a trastornos en el crecimiento, a determinadas intervenciones quirúrgicas e incluso a traumatismos.

Provocada por defectos mandibulares

En este caso, el defecto está en la mandíbula y también puede deberse a un defecto por malformación congénita o bien a trastornos en el desarrollo. En cualquier caso, se produce una alteración en los maxilares.

Disglosia labial

Las malformaciones de los labios por hundimiento o bien por otras enfermedades que afectan a su anatomía también pueden propiciar la aparición de estos defectos en el habla. En este ejemplo, las causas principales son defectos de nacimiento o lesiones.

Propiciada por motivos dentales

Cuando los dientes se encuentran en una posición incorrecta que afecta al habla, habrá que situarlos en un lugar adecuado o extraerlos. En este caso, los ortodoncistas pueden resultar de gran ayuda.

Disglosia asociada a la lengua

La lengua es uno de los órganos más importantes en el habla. Cuando su tamaño es demasiado grande (macroglosia), con frenillo corto o bien por malformaciones, pueden existir problemas en la dicción. Las causas congénitas son las que resultan más típicas en cada uno de estos casos.

Causada por problemas nasales

El último tipo de disglosia es la nasal, que sucede por dificultades de respiración. El aire tiene dificultad de paso en la zona de la nariz y por eso se producen problemas en el habla. Es frecuente que esto se deba a defectos de nacimiento o bien a contusiones que producen la obstrucción nasal.

Intervención en disglosia

Cuando un niño padece esta condición, es importante tener en cuenta qué tipo de acciones se pueden llevar a cabo. Eso sí, es vital que seas consciente de que la mejoría en algunas ocasiones es prácticamente inapreciable y que los cambios son muy lentos. Seguidamente, te explicamos los tipos de intervención en disglosia, pero lo mejor es consultar con profesionales para profundizar en cada caso de forma particular:

  • Intervención quirúrgica. Es posible que haya que recolocar alguna parte del aparato fonador o bien disminuir su tamaño.
  • Intervención psicológica. Algunos niños sufren burlas por este motivo o pueden tener una sensación de inferioridad. En estos casos, se aconseja  completar el tratamiento con la atención de un psicólogo.
  • Intervención de un logopeda. Acudir a un profesional que ayude a mejorar el habla y los defectos asociados es de gran ayuda. Aunque la mejoría sea leve y se necesite mucho tiempo, toda ayuda es recomendada.

Además de esto, también se puede recurrir a la utilización de prótesis. Por otra parte, las consultas con el pediatra y el audiólogo también ayudarán al niño en todo lo posible.

Actividades para trabajar la disglosia en el aula

En el aula, hay que tener en cuenta que la paciencia es fundamental. Es importante escuchar a los niños y esperar a que ellos se expresen hasta conseguir dar el mensaje que buscaban. Además, también se recomienda no poner nunca en evidencia a niños con dificultades en el habla o que no pronuncian adecuadamente. Lo mejor es dejarles todo el tiempo que necesiten para expresarse.

Por otro lado, los ejercicios de relajación muscular en la zona de la boca pueden hacerse durante todos los días. En este caso, no solo estarás ayudando a los niños que padecen la patología, sino a todo el alumnado en general. Si lo pones en práctica, verás que sirve para la relajación de todos ellos. Del mismo modo, se puede realizar esto mismo con la respiración.

Otra de las actividades más típicas es practicar con el soplido. Para ello, los niños pueden construir barcos de papel. A continuación, los colocarán sobre una superficie de agua y soplarán para conseguir que el barco avance lo máximo posible. Este y cualquier otro ejercicio que propicia la movilización de la boca será idóneo.

En resumen, la disglosia es un trastorno que afecta a las capacidades del lenguaje que afecta en las habilidades de comunicación. Esperamos que este artículo te haya resultado útil para conocer más sobre esta alteración y recuerda la importancia de acudir a un especialista para conseguir el diagnóstico y tratamiento que más beneficie a la calidad de vida y bienestar de los pequeños.