La educación ambiental ofrece a sus destinatarios las herramientas precisas para tomar buenas decisiones y medidas adecuadas para el cuidado del medio ambiente. En este sentido, el educador ambiental es, para los niños y adolescentes, una figura clave, ya que gracias a su labor, los menores se conciencian sobre la problemática medioambiental y empiezan a tomar medidas al respecto. Pero, ¿cuáles son exactamente las principales funciones y objetivos de este perfil profesional? ¡Te lo explicamos! Si quieres especializarte en este ámbito puedes cursar nuestro Máster en Educación Ambiental y ampliar tus conocimientos en este campo de estudio.

Educador ambiental: en qué trabaja y cuáles son sus objetivos

La presencia de un educador ambiental emerge como determinante en la educación infantil y juvenil por promover estos valores:

  • Conciencia y sensibilización.
  • Conocimiento, comprensión e información.
  • Actitudes.
  • Competencias y habilidades.
  • Motivación y participación.

En todo caso, la educación medioambiental apuesta por estimular el pensamiento crítico. No defiende opiniones o posicionamientos concretos, solo procura que el niño sea capaz de reconocer los problemas y crear sus propias habilidades para resolverlos de forma sostenible.

Objetivos de la educación ambiental

El educador ambiental hace propios los fines de la materia que divulga. Consecuentemente, las metas hacia las que trata de orientar a sus alumnos son las siguientes:

  • Concienciar sobre los problemas ambientales y activar las sensibilidades necesarias.
  • Animar a la participación para mejorar el medioambiente.
  • Enseñar a los pequeños a informarse sobre cuánto desconocen del medio en el que viven.
  • Incrementar sus conocimientos sobre el entorno más próximo.
  • Comprender el medioambiente y realizar actividades vinculadas con él en un contexto divertido y lleno de naturalidad.

Cómo enseñar a los niños a respetar el planeta

Sensibilizar a los niños con la protección del medioambiente es fundamental para nuestro porvenir. Cuanto antes empiecen, mejor para todos. Ahora bien, para que los niños aprendan en la dirección correcta, el ejemplo y la formación son imprescindibles.

Según la AMEI (Asociación Mundial de Educadores Infantiles), estas son las 10 reglas que cualquier padre o educador ambiental debe aplicar para enseñar en este campo a los más jóvenes:

  1. Reciclar, es divertido.
  2. Ahorrar agua es necesario: cierra el grifo.
  3. Usar las papeleras.
  4. Compartir tus juguetes, otros niños pueden aprovecharlos cuando ya no los usas.
  5. Apagar la luz al salir.
  6. Dejar vivir a las plantas, no las arranques.
  7. Cuidar cada calle y los elementos que hay en ellas.
  8. Proteger a las mascotas propias y ajenas.
  9. Reciclar el papel: aprovecha su doble cara antes de tirarlo.
  10. Respetar a las personas que viven a tu alrededor, también forman parte del planeta.

¿Qué hace el educador ambiental?

Hemos mencionado previamente la importancia que tiene esta figura en la educación ecológica infantil. Ahora bien, ¿quiénes son, qué perfiles tienen y cómo desarrollan su trabajo los profesionales de este ámbito?

Su perfil es siempre multidisciplinar, ya que suelen contar con formación en medioambiente, pedagogía y comunicación. Su trabajo consiste en enseñar y difundir valores de respeto y cuidado ecológicos. Y lo hacen sin adoctrinar, fomentando el espíritu crítico y de manera divertida.

Funciones de estos profesionales

Los niños son los principales destinatarios de su labor, que se enfoca fundalmentalmente hacia estas funciones de educación ambiental:

  • Concienciar sobre la problemática ambiental y la influencia del ser humano en ella.
  • Sensibilizar sobre la importancia de los recursos y la escasez de algunos de estos así como sobre las consecuencias que ya están ocasionando en muchas personas del planeta.
  • Fomentar entre todos, especialmente en los niños, los comportamientos cotidianos responsables, solidarios y respetuosos con el entorno.
  • Divulgar cómo funciona el planeta y el problema ambiental, promoviendo conocimientos de biología, química, geología y otras materias.

Campos de actuación y puestos de trabajo de los educadores ambientales

Vas a encontrarte la figura del educador ambiental en diferentes campos de actuación, desempeñando funciones profesionales muy variadas. En todos los casos, este perfil está relacionado con el trabajo con niños, pero también puede desarrollar su rol en otros contextos y situaciones diferentes, como son los siguientes:

  • Coordinación y docencia de programas escolares impulsados por ayuntamientos e instituciones, asociaciones y ONG’s.
  • Participación en actividades mundiales de voluntariado y cooperación ambiental.
  • Acompañamiento a los visitantes de empresas vinculadas con el sector ambiental. Entre ellas, plantas de reciclaje, instalaciones de depuración de agua, compañías energéticas, etc.
  • Labores de guía en espacios naturales, zoológicos, centros de interpretación y museos relacionados.
  • Interpretación ambiental.
  • Funciones de monitoreo en actividades de ocio y tiempo libre de características ambientales.
  • Creación y/o edición de contenido didáctico de cualquier clase (audiovisual, verbal o de otro tipo) sobre temas ambientales.
  • Diseño, creación y coordinación de campañas de comunicación y sensibilización ambientales.
  • Formación de futuros formadores en todos estos ámbitos.

Estos especialistas comparten la necesidad de concienciar, sensibilizar y educar a los niños en el cuidado medioambiental. En realidad, no existe tanto un perfil curricular concreto para desempeñar esta labor como una vocación y un compromiso por divulgar los valores ambientales y el respeto al planeta.

En la práctica, y a tenor de lo que acabamos de explicar, el educador ambiental presta sus servicios a diferentes organismos e instituciones, de muy distintas clases:

  • Administraciones públicas.
  • Centros y organismos pertenecientes al sistema educativo.
  • Universidad y su entorno.
  • Asociaciones.
  • Empresas.
  • Sindicatos.
  • Medios y agencias de comunicación.
  • Espacios naturales.
  • Destinos turísticos.
  • Centros especializados en la educación ambiental.

La importancia de promover el cuidado medioambiental en la infancia

El desempeño de los educadores ambientales es imprescindible a corto, medio y largo plazo. Evidentemente, debe verse reforzado por la labor familiar y escolar para conseguir sus frutos. Pero su especialización se convierte en un bastión adicional que es necesario valorar.

Los niños, no lo olvides, son los adultos del mañana. Sus pequeños gestos, sus hábitos positivos y su concienciación ecológica no solo tienen efectos inmediatos, sino que también contagian a los que comparten sus entornos. ¡Ellos se convierten en los principales educadores de sus familiares!

Además, van a dirigir la sociedad dentro de unas décadas, por lo que tendrán un poder aún más decisivo para mejorar el medioambiente. En consecuencia, conviene potencia el papel y la presencia del educador ambiental en nuestra sociedad.