Hoy en día, la hiperactividad ya no es un término que se asocie únicamente a niños y niñas, sino que también afecta a un gran número de adultos/as, aunque a menudo se confunda con otros trastornos. Así pues, la hiperactividad en adultos/as, también conocida como trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) puede tener un impacto significativo en la vida diaria de quienes la padecen, y ahora veremos por qué.

En este artículo te contamos qué es la hiperactividad, cómo se identifica, cuáles son los síntomas tanto en adultos/as y niños/as, en qué consiste el tratamiento y dónde puedes aprender más sobre el TDAH.

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¿Qué es la hiperactividad?

La hiperactividad, también conocida como TDAH, es una condición neuropsiquiátrica que se caracteriza por la dificultad para mantener la atención, la impulsividad y la agitación motora. Se considera un trastorno del neurodesarrollo que puede afectar a personas de todas las edades.

El concepto de hiperactividad en sí mismo se refiere a un nivel excesivo de inquietud y dificultad para permanecerse quieto. Sin embargo, en el contexto del TDAH, esta hiperactividad se combina con síntomas de déficit de atención e impulsividad. Así pues, las personas que padecen el trastorno pueden tener dificultades para concentrarse, organizar tareas, seguir instrucciones, completar actividades y controlar ciertos impulsos.

¿Cómo se sabe si un adulto es hiperactivo?

Para detectar la hiperactividad en un/a adulto/a se debe prestar atención a los síntomas que este/a presenta, teniendo siempre en cuenta que pueden variar y manifestarse de diferentes maneras en comparación con los/as infantes.

Una persona adulta hiperactiva puede presentar los siguientes:

  • Inquietud
  • Sensación de necesidad de moverse constantemente.
  • Hablar en exceso.
  • Impulsividad
  • Interrupciones frecuentes.
  • Dificultad para esperar.
  • Cambios de humor rápidos.

Estos son los síntomas más comunes de una persona hiperactiva, pero no tienen por qué presentarse en todos los casos.

¿Cuáles son los síntomas del déficit de atención en niños/as?

Los síntomas del TDAH pueden variar de un niño/a a otro, pero generalmente se agrupan en tres categorías principales: falta de atención, hiperactividad e impulsividad. Aquí tienes algunos ejemplos de síntomas dentro de cada categoría:

Falta de atención

  • Dificultad para prestar atención a los detalles o cometer errores por descuido en tareas escolares u otras actividades.
  • Limitación para mantener la atención en tareas o actividades lúdicas.
  • Parece no escuchar cuando se le habla directamente.
  • Complicación para seguir instrucciones o completar tareas organizadas.
  • Olvida con frecuencia actividades diarias o tareas.

Hiperactividad

  • Inquietud excesiva o dificultad para mantenerse sentado.
  • Movimientos constantes con manos o pies.
  • Problemas para jugar o realizar actividades tranquilas.
  • Sensación interna de inquietud o impaciencia.

Impulsividad

  • Incapacidad para esperar su turno.
  • Interrumpe o se entromete en las conversaciones o juegos de otros.
  • Respuestas precipitadas o impulsivas sin pensar en las consecuencias.

Es importante destacar que estos síntomas deben ser persistentes, aparecer en diferentes entornos (como el hogar, la escuela, etc.) y afectar negativamente el funcionamiento diario del niño/a antes de realizar un diagnóstico de TDAH, o para considerarlo como tal.

¿Cómo es un tratamiento de la hiperactividad en la etapa adulta?

Este tratamiento en la edad adulta implica una combinación de enfoques terapéuticos con el objetivo de ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas, gestionar mejor los síntomas y minimizar las dificultades a las que se enfrenan en su día a día.

Hay distintas opciones comunes de tratamiento para la hiperactividad en adultos/as:

  • Terapia cognitivo-conductual: se centra en identificar patrones de pensamiento y comportamiento negativos y desarrollar habilidades prácticas para gestionar los síntomas del TDAH. Esto ayuda a mejorar la organización, la planificación, la toma de decisiones y la gestión del tiempo.
  • Medicación: en ciertos casos, el médico puede recomendar medicamentos estimulantes para ayudar a controlar los síntomas de impulsividad y déficit de atención. Esto puede ayudar a mejorar la concentración, la atención y la capacidad de organización de tareas.
  • Apoyo psicoeducativo: se enfoca en dar información y educación sobre el TDAH a las personas adultas, de manera que comprenden mejor su condición y pueden aprender con más facilidad estrategias de autocuidado.

¿Cómo tratar a un niño/a con hiperactividad?

El tratamiento del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en niños/as generalmente combina intervenciones conductuales, educativas y, en algunos casos, medicación. Aquí hay algunas estrategias que pueden ser útiles para tratar a un/a niño/a con hiperactividad:

  • Terapia conductual. La terapia conductual puede ayudar al niño/a a desarrollar habilidades para controlar su comportamiento impulsivo y mejorar su capacidad para seguir instrucciones. Esta terapia puede incluir técnicas de modificación de conducta, establecimiento de metas, refuerzo positivo y entrenamiento en habilidades sociales.
  • Entorno estructurado. Establecer rutinas claras, horarios y recordatorios visuales pueden ayudar al niño/a a mantenerse organizado y enfocado.
  • Establecer expectativas claras y reforzar el comportamiento positivo. Reconocer y reforzar el comportamiento positivo mediante el elogio y recompensas puede ser efectivo para motivar al niño/a y fomentar conductas deseables.
  • Técnicas de manejo del estrés. Enseñar al niño/a técnicas de relajación y estrategias para manejar el estrés puede ser beneficioso. Esto puede incluir ejercicios de respiración, técnicas de relajación muscular o actividades como el yoga o la meditación.
  • Colaboración con la escuela. Trabajar en estrecha colaboración con los maestros y el personal escolar puede ayudar a crear un ambiente de apoyo para el/la niño/a. Por lo tanto, hay que compartir información sobre el TDAH del niño/a, establecer planes de intervención y adaptaciones en el aula, y mantener una comunicación regular pueden ser estrategias útiles.
  • Considerar la medicación. Los medicamentos estimulantes, como el metilfenidato o la anfetamina, son comúnmente recetados y pueden ayudar a reducir los síntomas de hiperactividad, impulsividad y falta de atención.

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