Un juego creativo es el que fomenta el desarrollo y el aprendizaje en los niños. Jugar es una actividad imprescindible en la infancia, pero eso sí, es importante seleccionar las actividades adecuadas para explotar el potencial de los pequeños. ¿Te gustaría especializarte en ello? Puedes hacerlo con nosotros formándote con la Certificación Internacional en Educación Plástica y Artística. Por eso, te vamos a ayudar a potenciar el aprendizaje en tus pequeños.

¿Qué es un juego creativo?

El juego creativo es una actividad lúdica indicada para potenciar las competencias y habilidades en los menores. Se trata de actividades que son esenciales para el desarrollo infantil, ya que enriquecen a los niños personalmente.

Jugar implica entretenerse, pasar un rato divertido que puede ser más productivo cuando se comparte con los demás. La creatividad es un incentivo para quien la practica, porque se da cuenta de que puede inventar cosas nuevas al mismo tiempo que potencia su apendizaje.

Existen juegos que no aportan mucho a los jóvenes, ya que no ponen en práctica su imaginación. Esto puede ocurrir con los videojuegos en los niños más pequeños, ya que se hacen visibles los escenarios y limitadas las acciones. El objetivo del juego creativo consiste, precisamente, en que el menor pueda recrear un contexto imaginario. Al mismo tiempo, debe hallar un mundo de soluciones o recreaciones ilimitado, que deberá experimentar durante el transcurso de la actividad.

¿Cómo ayudar a los niños a ser creativos?

En los niños, el aprendizaje se hace más sencillo a través del juego. Y es que, a partir de aquí, se pueden incluir determinadas temáticas en función del desarrollo que buscamos en ellos.

Sin duda, lograr que un niño quiera realizar una actividad solo será posible si conseguimos motivarle. La motivación es una regla fundamental en el juego y, en los menores, la clave para despertarla está en llamarles su atención y generarles curiosidad.

Ten en cuenta que los niños son intrépidos exploradores que buscan respuestas a todo lo que les rodea. Así, examinan los objetos en todas sus posibilidades, tocándolos y reconociéndolos a través de sus sentidos. Cuando comienzan a hablar, realizan una pregunta tras otra. Su curiosidad es insaciable y, por ello, es fundamental seguir incentivándolos para que sigan investigando y probándose hasta conocerse bien a sí mismos.

En el juego creativo, el menor debe ser el protagonista. Esto implica dejar que juegue solo o en compañía de otros niños, siempre que el resto del grupo adquiera una acción individualizada. Por un lado, estaremos facilitando la sociabilidad de los pequeños y, por otra parte, irán descubriendo sus habilidades y compartiendo sus nuevos conocimientos e impresiones con los demás.

Los adultos podemos servir de guía para que inicien la actividad. Es importante hacerles conservar el protagonismo, actuando como observadores en el momento en que decidan crear nuevas reglas del juego. Solo intervendremos si los menores lo solicitan, pero nunca intentando cambiar su dinámica, a menos que necesiten un incentivo.

¿Cómo hacer que una actividad sea creativa?

En la creatividad, fomentar la imaginación es imprescindible. En este sentido, podemos iniciar actividades creativas situando al menor en un contexto mágico. Por ejemplo, podemos decirle que se imagine que va caminando por el bosque. Después de un tramo, de repente, se encuentra con objetos mágicos. Acto seguido, le preguntaremos por esos objetos y su funcionamiento. La finalidad será motivarle y hacerle fantasear, de modo que piense en la practicidad de determinados elementos.

Tenemos que ser, simplemente, su guía, dejando que el pequeño investigue y resuelva los problemas que vaya experimentando. Nuestra labor consiste también en saber mitigarle la excesiva frustración. Aunque recuerda que no siempre es bueno resolverle todo. Por eso, el juego creativo busca que el niño sea capaz de aprender a salvar obstáculos y, por supuesto, de divertirse.

Los beneficios de las actividades creativas

Son muchos los beneficios que aporta el juego creativo a los menores. Además de la diversión que implica jugar, la actividad debe resultar un aprendizaje. Esto fomenta su desarrollo en todos los sentidos, desde el físico hasta el personal.

Promueve las habilidades motrices

Es importante resaltar el plano físico desde el punto de vista motor. El movimiento implica también una experiencia en el menor, ya que comienza a entender su propio cuerpo. El desarrollo motriz logrará que pueda explotar al máximo sus habilidades. Así, si el niño encuentra una motivación en el dibujo, verá aumentado su entusiasmo al verse superar ciertas metas pictóricas que se proponga.

Potencia la autoconfianza

El aumento de la autoestima es uno de los objetivos principales para fomentar la creatividad. Cuando consigues que tu pequeño se sienta seguro con lo que hace, se motivará para querer llegar más lejos. Cada vez querrá superarse a sí mismo, siendo esta la clave del éxito personal en todas las etapas de la vida.

Estimula la imaginación

La imaginación, tan fundamental en los juegos creativos, es la vía por la que conseguimos resolver problemas que, en un principio, se nos hacen imposibles. Esto, sin duda, ayuda al niño a combatir la frustración y demostrar su madurez ante contextos complicados.

Fomenta el aprendizaje continuo

Los adultos que han desarrollado su creatividad durante su niñez nunca dejan de aprender. Siempre buscan nuevos horizontes y quieren mejorar como seres humanos en todos los aspectos de su vida.

Ejemplos de juegos de dimensión creativa

Para acabar, te damos algunos ejemplos de ejercicios de creatividad para explotar la creatividad en los más pequeños:

  • Hazle ver que es un inventor y que no existen límites para sus creaciones. Le puedes ayudar con un número determinado de objetos, aunque él puede decidir si prefiere añadir otros que le llamen la atención. Puedes elegir una revista vieja para que recorte, escogiendo las imágenes o palabras que más le impacten. Anímale a crear una historia e, incluso, un libro de su autoría con recortes y dibujos.
  • Otra de las actividades creativas que puede despertar su imaginación es invitarle a crear un cuento. Le puedes ayudar incluyendo nuevos personajes o escenarios, así como situaciones que resulten más problemáticas, pero es importante que el menor le dé forma a la historia. Así, deberá buscar una solución a los conflictos y conseguir un buen desenlace.
  • Para desarrollar en los menores distintas aptitudes y que, a la vez, puedan descubrir sus gustos, invítale a un juego divertido en que se convierta en un determinado personaje. Este puede dedicarse a un oficio, como la peluquería, la carpintería, la cocina, etc. Así, cada día, descubrirá nuevas habilidades que puede ir explorando.

La creatividad en el juego es imprescindible para los menores, ya que les permite desarrollar sus habilidades. Y, al adquirir competencias y resolver determinados problemas, lograrán estar más cerca del éxito en la etapa adulta.