Tanto si eres mamá como si eres nutricionista infantil, debes saber qué son las crisis de lactancia y cuál es el momento de alarmarse. En Formainfancia, podrás encontrar este curso de Técnico Experto en Alimentación en Embarazo, Lactancia y Etapa Infantil y, además, hoy te explicamos qué son estas crisis, también llamadas brotes o crisis de crecimiento. ¿Te suena?

 

Qué son las crisis de lactancia

Si ya has pasado por algún periodo de lactancia materna, ya sabrás qué son las crisis de crecimiento. En cambio, si todavía no te ha llegado o estás atravesando algún bache en tu lactancia, no te preocupes: es normal.

Los brotes de crecimiento son precisamente eso, momentos en los que nuestro bebé crece y, por lo tanto, experimentamos cambios tanto él como las mamás. Lo normal es que el pecho se adapte a la nueva situación de lactancia tras seis semanas de parto. Aun así, la etapa de lactancia no es un periodo lineal. Y eso es, precisamente, a causa de las crisis de lactancia.

Una crisis de crecimiento se produce cuando el bebé mama nervioso, inquieto y se enfada cuando está mamando.

 

La primera crisis

El primer “bache” en la lactancia aparece alrededor de los 20 primeros días de vida del bebé. En esta etapa, el niño suele ser muy regular en sus ciclos: duerme, come, duerme, come… Aun así, repentinamente, cuando tiene aproximadamente un mes, el bebé reclama mamar todo el rato. Aunque haya tomado leche hace muy poco, él sigue queriendo más.

Se trata de una acción natural que se convierte en una estimulación de la producción de la leche. Por eso, encontrarse con esta situación no debe ser motivo de susto. Es recomendable no alarmarse y tomárselo con calma, seguramente en un par de días la situación se normalizará.

 

El segundo bache

El segundo bache de lactancia ocurre alrededor del seis semanas de vida del bebé. El pequeño se pone nervioso cada vez que demanda pecho, cosa que ocurre ahora muy a menudo. El motivo se encuentra en el cambio en la composición de la leche materna.

El sabor de la misma cambia y, ellos, acostumbrados a lo de siempre, se enfadan. Su cabreo durará una semana o poco más, tiempo en el que se acostumbrará a la nueva leche.

 

La más larga y difícil, la tercera

Esta es, probablemente, la peor crisis de lactancia que ocurre a lo largo del periodo de amamantamiento. Los tres meses del bebé son un momento complicado y lo cierto es que muchas mamás abandonan la lactancia por desconocimiento.

El bebé empieza a disminuir su demanda de leche. Sus tomas duran cada vez menos. Además, cuando está tomando pecho se agita, da tirones al pezón o llora enfadado. ¿Nos falta leche?

No, no falta leche. Aunque nos lo digan y esta desinformación sea motivo del fin de muchas lactancias, no es así. Lo que ocurre es que el bebé ya es un experto en mamar y empieza a desarrollar otros de sus sentidos. El bebé ha desarrollado en esta etapa su vista y su oído. Se distrae mirando cosas cercanas y sueltan el pecho para centrar la atención en lo que oyen y ven.

Por otro lado, también cambia la producción de leche, que se regula y que, a partir de este momento, necesitará estimulación para causar el reflejo de eyección. Y desde que el bebé empieza con su demanda a estimular hasta la leche, pueden pasar unos minutos. Por eso se cabrea: no está acostumbrad a esperar.

 

Consejos para superar las crisis de lactancia

 

  • Olvida el miedo:

Sí, puede parecer un consejo típico. Pero todos sabemos que es inevitable el miedo. Y más cuando nuestros conocidos se empeñan en decir que es nuestra culpa, que ya no producimos leche suficiente, que le hacemos pasar hambre… Las crisis de crecimiento son completamente normales.

Aun así, si crees que tu bebé puede estar mal alimentado, no lo dudes. Una consulta al pediatra a tiempo te evitará muchos dolores de cabeza.

 

  • Busca grupos de apoyo

Busca grupos de apoyo a la lactancia, ante la frustración pueden ser de gran ayuda. En ellos se pueden encontrar mamás que estén en la misma situación o que ya hayan pasado por ella.

Los consejos de quienes lo han vivido de primera mano son muy enriquecedores. En ellos también encontrarás pediatras y expertos en alimentación y lactancia que te podrán ayudar.

 

  • Busca espacios relajados e íntimos

Busca un lugar o espacio en el que el hecho de amamantar al bebé sea una tarea relajada. Normalmente se recomienda que el lugar donde se dé de mamar al pequeño sea sobrio y tranquilo. No enciendas la televisión, baja un poco las persianas y evita el ruido.

 

  • Hazte con un sacaleches

Si no puedes dedicarle todas las horas del día a tu niño, busca un buen sacaleches eléctrico que te permita preparar biberones para cuando no estés. Los hay de muchas variedades y precios. Valora siempre su calidad para evitar que tus pezones se resientan más.

 

  • Pedir ayuda

Es normal que estés agotada y te notes cansada cuando estás en el periodo de lactancia. No te apures si tienes que pedir ayuda para concentrarte en la lactancia. Es completamente normal y si el niño va ganando el peso es lo más importante.

 

Ayuda profesional, cuándo buscarla

Si estás amamantando a tu pequeño o pequeña es normal que tengas dudas sobre la alimentación que necesita. Buscar ayuda profesional no es ningún delito. Si el bebé no gana el peso adecuado solo con la lactancia, recurrir a la leche de fórmula no está prohibido.

Tomes la decisión que tomes sobre su alimentación infantil recibirás críticas. Así que lo más importante es que tu bebé crezca con salud y felicidad.