Un proyecto educativo tiene la finalidad de inculcar un aprendizaje. Por tanto, su planificación se debe realizar acorde a una meta académica. En este sentido, hay que marcar unos objetivos, un modus operandi, una supervisión y un cierre. ¿Te gustaría encabezar una iniciativa de este tipo? Con los Cursos de Jardín de Infancia adquirirás los conocimientos necesarios para aplicar una metodología de éxito en entornos educativos.

¿Qué es un proyecto educativo?

Una idea o un plan que busca alcanzar una meta de carácter formativo. Eso es lo que se conoce como proyecto educativo. Se trata de planificar un proceso que surge a partir de un diagnóstico de una necesidad con el fin de promover un aprendizaje y de resolver una determinada problemática.

Cabe destacar que los proyectos educativos persiguen fines formativos, pero van mucho más allá de las aulas. Y es que la educación es un concepto trascendental que se aplica a otros sectores como las finanzas o el medio ambiente. En este sentido, hay iniciativas que se desarrollan en instituciones específicas, en el marco de un sistema educativo o para conseguir un aprendizaje específico y especializado.

Características de una iniciativa de innovación educativa

Los principios que cumple un proyecto educativo son los siguientes:

  • Se determina el problema a solventar, las metas del proyecto y las herramientas disponibles para llevarlo a cabo. Es decir, se deben contemplar, por un lado, las necesidades que existen y, por otro, los recursos y medios que se requieren para cubrirlas.
  • Los proyectos educativos implican a un grupos de diferentes alumnos, por tanto, todos y cada uno de ellos debe comprometerse con el cumplimiento de las actividades a realizar.
  • El proyecto se evalúa de forma continua, tomando información sobre su validez.
  • Este tipo de iniciativa educativa nace de una necesidad identificada en el marco educativo, de los intereses de los alumnos y del aprendizaje que se quiere promover.

Etapas de un proyecto

Diseñar un proyecto educativo significa trazar un proceso que contemple el análisis de la situación, la definición de los objetivos a alcanzar y la planificación de acciones. Esto implica seleccionar el problema dentro del contexto educativo e idear un plan de acción para solventarlo. Estas serían las etapas a seguir en la creación de iniciativas educativas:

Estudio de la situación

En esta primera fase, hay que analizar qué necesidades tienen los alumnos teniendo en cuenta el punto de vista de profesores, directivos y de los propios estudiantes. En esta etapa, la idea es definir causas y consecuencias con el objetivo final de determinar la solución al problema que se presente.

Identificación del problema

Una vez se tiene una idea general de la situación, hay que profundizar y acotar los problemas que se quieren solventar mediante el proyecto educativo. Para ello habrá que detenerse en los siguientes puntos:

  • Comprobar si la necesidad o el problema que tenemos tiene una solución viable.
  • Delimitar la problemática y asegurarnos de que se consigue un aporte positivo sobre el aprendizaje de los estudiantes.
  • Contar con el soporte de las instituciones si fuera necesario.

Definición de objetivos

Cuando ya se ha planteado el problema, toca ver las metas a alcanzar con el proyecto. Por tanto, los objetivos deben ir enfocados a solventar las dificultades que se presenten. Serán objetivos claros, precisos, viables y medibles.

Plan de acciones

Previamente al plan de acción, también se da la justificación del proyecto y el análisis de la solución. Seguidamente, se planean las acciones y se decide quiénes las llevarán a cabo. La idea es proponer una serie de actividades a realizar, separadas por fases y roles a desempeñar.

Recursos didácticos requeridos

A la hora de ejecutar los proyectos educativos hay que abastecerse de los medios necesarios. Se deben asegurar los recursos a utilizar, los equipos requeridos y, también organizar los roles y funciones que tendrán los alumnos dentro de la iniciativa impulsada.

Evaluación del proyecto educativo

Se evaluará el proyecto en función de resultados o del proceso. En el primer caso, se recogen los logros relacionados con las metas marcadas y se analizan todos estos datos para hacer un balance del cumplimiento de objetivos. Mientras que, si se evalúa desde el punto de vista formativo, se revisará el cumplimiento de la programación de las actividades con el propósito de ir mejorando el resultado final.

Ejemplos de proyectos educativos

Estos son algunos ejemplos de proyectos educativos que algunos centros formativos han puesto en práctica con buenos resultados.

InfaTIC-TAC

Se trata de un programa que busca incrementar la alfabetización digital entre los alumnos. Es un proyecto respaldado por la Comunidad de Madrid, que vincula los contenidos curriculares con el uso de dispositivos digitales. La meta es familiarizar a los niños con el uso de las nuevas tecnologías.

Otro de los proyectos relacionados a destacar es Apps for Good que busca mejorar la motivación de los niños utilizando la tecnología como fuente de aprendizaje.

Science LAB

Otro ejemplo de proyecto educativo es el que aplica el centro Science LAB para acercar a sus alumnos a la ciencia. ¿Cómo? Promoviendo el contacto con la ciencia desde la edad de los cuatro años. Y es que en formación reglada, este tipo de materias se dan a partir de los diez años. Así, los menores descubren y profundizan en procesos científicos desde edades tempranas.

Reutilización de botellas de plástico

En Argentina, el centro Gabriela Mistral ha impulsado un proyecto para que los niños y niñas de entre 3 y 5 años se inicien en el reciclaje. De esta forma, los pequeños entienden y se conciencian acerca de la importancia de reutilizar el plástico. Así, han creado juguetes y otros elementos a partir de la reutilización de botellas.

KiVA

Es uno de los programas educativos más reconocidos. Impulsado por la Universidad de Turku de Finlandia, es una iniciativa de prevención y acción frente al acoso escolar. Se trata de un método altamente efectivo, ya que ha logrado reducir los casos de bullying en todos aquellos centros donde se ha aplicado.

Esta iniciativa educativa emplea indicadores para medir el nivel de acoso y ciberacoso en las aulas, y aporta las herramientas necesarias para actuar al respecto. Asimismo, padres, profesores y alumnos están implicados en el proyecto. KiVA es un método que utiliza las nuevas tecnologías para acabar con el acoso escolar mediante simulaciones o juegos, por ejemplo.