El Trastorno Específico del Lenguaje (TEL) es una alteración que influye en el desarrollo de aptitudes comunicativas de los niños. Este trastorno puede afectar al habla, la audición o a las habilidades de lectoescritura. Si quieres saber más sobre este tipo de trastornos puedes cursar el Máster en Trastornos del Lenguaje, del Habla y de la Comunicación y especializarte en este ámbito de la Atención Temprana en Psicopedagogía.

¿Qué es el Trastorno Específico del Lenguaje (TEL)?

Entendemos como Trastornos Específico del Lenguaje la alteración que se produce en el desarrollo de las capacidades relacionadas con el lenguaje, el habla y la comunicación. En este sentido, podemos evidenciar este problema en las habilidades de comprensión, de expresión o en ambos procesos comunicativos.

Este tipo de trastorno también se denomina Trastorno del Desarrollo del Lenguaje, disfasia del desarrollo o retraso del lenguaje. Es un problema que afecta, aproximadamente, al 7-8% de los infantes y, por norma general, suele extenderse en la adultez.

Características del trastorno

Si bien es cierto que las características suelen ser comunes, el trastorno puede manifestarse de distintas formas, y los niños pueden padecerlo de forma distinta, presentando síntomas como los siguientes:

  • Retraso en la adquisición de habilidades del lenguaje que provoca una tardía agrupación de las palabras en oraciones, respecto a otros niños.
  • Dificultades en la asimilación de nuevas palabras y para mantener conversaciones con fluidez.
  • Los niños con retraso en el lenguaje cometen errores gramaticales, disponen de un léxico escaso al hablar y tienen dificultad para dar cohesión a un discurso.
  • Incapacidad para seguir instrucciones.
  • El Trastorno Específico del Lenguaje también puede acarrear problemas de carácter social.

Esta sintomatología en la edad adulta puede progresar con un uso limitado de oraciones complejas, dificultad para encontrar las palabras idóneas, problemas en las habilidades de lectoescritura y tendencia a errores gramaticales y ortográficos de forma regular.

¿Cuál es la causa del Trastorno Específico del Lenguaje?

No existe una causa clara sobre el origen de los trastornos relacionados con las habilidades del lenguaje, el habla y la comunicación. No obstante, sí que parece haber un claro componente genético en su desarrollo. Y es que, entre el 50% y 70% de los niños que padecen el Trastorno Específico del Lenguaje, cuentan al menos con un familiar que también lo tienen.

¿Cómo se diagnostica el Trastorno del Desarrollo del Lenguaje?

En el caso de sospechar que un menor pueda tener problemas en el desarrollo del lenguaje, es esencial acudir a un especialista para evaluar sus posibles dificultades. En este punto, hay que tener en cuenta aspectos relacionados con la evolución cuantitativa del niño (cuánto comprende y puede expresar a su edad), la cualitativa (cómo debe hablar en una etapa determinada de su crecimiento) y, por otra parte, se deben considerar también variables interindividuales (comparativa con otros niños) e intraindividuales (para un mismo niño en diferentes momentos de su vida).

Si bien es cierto que es complicado estimar un diagnóstico claro a edades tempranas, ya que cada niño se desarrolla a su propio ritmo, podemos estar ante un caso de Trastorno Específico del Lenguaje si nos encontramos con situaciones tan evidentes como las siguientes:

  • El lenguaje es inadecuado para la edad del pequeño por su escaso vocabulario, ausencia de conexión entre frases y dificultad para formar y ordenar los elementos en las oraciones.
  • Se produce una divergencia cognitiva, es decir, el niño presenta dificultades con el lenguaje pero es hábil en la resolución de problemas geométricos, espaciales o figurativos.
  • El problema viene dado por otras alteraciones en el desarrollo: malformaciones, falta de estimulación, discapacidad auditiva, entre otras.

Como idea general, podemos decir que el Trastorno del Desarrollo del Lenguaje se produce cuando las habilidades lingüísticas del niño no van en consonancia con sus capacidades para satisfacer su desarrollo socioeducativo.

En cualquier caso, será el profesional quien, a través de la observación del niño y la recopilación de información sobre su desarrollo (a partir del contacto con la familia y/o educadores), pueda establecer el tratamiento más adecuado en cada caso de Trastorno Específico del Lenguaje.

Actividades para niños con TEL

La intervención en el Trastorno del Desarrollo del Lenguaje pasa por iniciar un tratamiento lo más pronto posible para ampliar la comprensión del menor, así como el uso de las palabras, además de ayudarle a comprender su significado y a corregir sus errores gramaticales. También es indispensable trabajar las habilidades relacionadas con el habla, la lectura y la escritura.

Los trastornos del lenguaje son alteraciones que se pueden prolongar a lo largo de los años, especialmente si no se trabajan las habilidades comunicativas desde edades tempranas. Algunos ejemplos de actividades para potenciar el desarrollo del lenguaje en la infancia serían los que vemos a continuación.

Ejercicios para trabajar la fonética-fonología

En este caso es importante proponer ejercicios para producir sonidos aislados /p/ /l/ /b/ /r/ /f/ para después emitirlos de forma seguida /br/ /fr/ /pl/, hasta incorporar las vocales (bra, fra, pla). Asimismo es interesante emplear el juego, como las cartas o los bingos fonéticos, para que el niño desarrolle una mayor habilidad en la creación de frases y cohesión de las palabras.

Otras propuestas interesantes: actividades para trabajar las sílabas (cómo contarlas, sustituirlas, separarlas…), ejercicios para entrenar las capacidades auditivas (señalar palabras que empiecen con un fonema específico, por ejemplo) o ejercicios donde puedan relacionar imágenes con letras.

Fomentar los ejercicios de imitación

Las canciones, las palmadas y, en definitiva, los sonidos repetitivos son óptimos para mejorar las capacidades comunicativas.

Además de las actividades de series rítmicas también son idóneos los ejercicios como los trabalenguas o aquellos que promueven la atención y la memoria, por ejemplo.

Mejorar la morfosintaxis

Para potenciar la construcción de frases coherentes es esencial proponer actividades como la descripción de sucesos o creación de historias o también la asociación de imágenes con determinadas frases. Igualmente, es importante trabajar los tiempos verbales con recursos visuales y empleando oraciones sencillas.

Aumentar el léxico y la semántica

Es un caso de Trastorno Específico del Lenguaje, es fundamental enriquecer el vocabulario del niño con actividades de evocación como el juego veo-veo, por ejemplo, o invitándole a reconocer un objeto en base a su descripción. También, para trabajar la relación semántica, se pueden proponer actividades de diferencias y similitudes o de creación de familias semánticas, entre otras.