¡No falla! Se pone malito un niño de la guardería infantil y van cayendo todos detrás. Aunque se deje de llevar a “guarde” en cuanto se detectan los síntomas, ya es tarde. Si trabajas en el mundo de la educación infantil o estás pensando en hacerlo, quédate. Además de poder formarte con nuestro curso Auxiliar de Educación Infantil , hoy te contamos cuáles son estas enfermedades más comunes de los centros infantiles. Además, te explicamos cómo actuar ante ello. ¿Sigues ahí? ¡Vamos a verlas!
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Alerta en la guardería infantil
Tras conseguir que se les pase el llanto y lleguen a las clases con buena energía, parecía que había llegado la calma. Sin embargo, de repente, ¡uno de tus alumnos tiene gastroenteritis! Todos los padres se echan a temblar, rezando porque no pase de un niño a otro. Esta historia, en la que puedes cambiar el nombre de la enfermedad, se repite varias veces al mes. Generalmente, acaba con una miniepidemia escolar. Por eso, si trabajas en el ámbito de la educación infantil o quieres hacerlo, te interesa conocer las patologías más comunes y sus primeros síntomas. Con esta información podrás lidiar, lo más efectivamente posible, ante estas situaciones.
Gastroenteritis
Que un niño padezca una gastroenteritis no es nada raro. Es incluso usual. El rotavirus, para el que existe vacuna, es el causante. Sus síntomas son: vómitos, diarrea, fiebre y dolor en el abdomen. Es de muy fácil contagio, por lo que extremar la higiene es primordial en la guardería infantil. Una buena educación en hábitos de higiene personal es una muy buena herramienta a aplicar.
Resfriado y faringitis
Notarás que les duele la garganta, tienen menos apetito e incluso vomitan. En el caso del resfriado, además, aparece mucosidad. Suelen ser pasajeras y no precisan de tratamiento, más que para calmar los síntomas. Con suerte, en unos cuatro días se habrá marchado. ¿La moraleja? ¡En invierno, taparse es fundamental!
Enfermedad de “mano-pie-boca”
Esta, si no has tenido trato con niños pequeños todavía, puede que te suene menos. Es fácil de identificar porque aparecen unos puntitos rojos en la parte posterior de los pies, las manos y la boca. Tocará lidiar con fiebre, malestar general y dolor de garganta. Se trata de una enfermedad un poco más duradera. Empieza a incubarse entre tres y seis días antes de que veas los síntomas y suele durar diez días más. También es de muy fácil contagio, así que, nuevamente, cuidado con la higiene en la guardería infantil.
Otitis
Es una infección del oído medio y, si la has padecido, recordarás que dura unos cuatro días. Muchas veces deriva de una infección respiratoria que se haya tenido antes. Suele dar fiebre y dolor intenso de oídos. Lamentablemente, los niños tienen tendencia a padecerla.
Conjuntivitis
Los niños tienen los ojos tan sensibles que es muy normal que padezcan conjuntivitis. Puede estar causada por irritación, alergia o infección y necesitarán algún tipo de tratamiento. Cuando lleven un par de días con los ojos bien, sin secreciones, podrás decir que habrá pasado. Aquí es necesario tener cuidado con la higiene personal y los objetos como toallas.
Roseola
Esta enfermedad puede impactar si no sabes qué es. Cursa fiebre muy alta (hasta 40.5º) y posteriormente aparece una gran erupción en el tronco. De ahí, pasa a las extremidades. Los puntitos rojos no pican y duran entre 3 y 7 días. Durante esos días va bajando la fiebre. Además, el niño puede presentar enrojecimiento de ojos, dolor de garganta y mucosidad. No tiene tratamiento y, por lo general, se va sola, como vino. Realmente, es bastante molesta y aparatosa en proporción a la escasa gravedad.
Más vale prevenir
No por repetido es menos válido: más vale prevenir, siempre. Por ello, vamos a contarte algunos consejos a tener en cuenta para evitar los contagios en la medida de lo posible.
Vacunación
Como nos estamos refiriendo a la guardería infantil, esto incluye a niños y a educadores. A los niños hay que administrarles las vacunas que les toquen según el calendario de vacunación. A los cuidadores infantiles se les recomiendan las vacunas contra la gripe y la hepatitis A.
Lavarse las manos
Si este consejo está en esta lista es porque ¡no se sigue! Es una rutina que deben adquirir los pequeños. Para ello, los educadores deben instaurar la norma de hacerlo y la guardería infantil debe tener las instalaciones necesarias. Además, los padres deben dar ejemplo también en casa.
Lavar los juguetes y demás elementos de uso común
Es una norma de prevención también básica. Por mucho que se vayan a volver a manchar, ¡hay que lavarlos! Ten en cuenta que los van a tocar todos día tras día. Cada niño, además, debe tener su toallita individual y hay que lavarla cada día.
Vigilar y comunicar las enfermedades transmisibles
Si requieren medidas preventivas, es necesario comunicarlo e instaurar dichas medidas lo antes posible. No comunicarlo a tiempo trae como consecuencia el contagio asegurado.
Comunicación entre el centro y los padres
Al hilo del anterior consejo, la comunicación debe ser fluida desde ambas partes interesadas. El padre que detecte que su niño está enfermo debe comunicarlo al centro, da igual que sean piojos o un resfriado. El centro debe comunicar a los demás padres la enfermedad que se ha podido contagiar.
¿Cuándo avisar a los padres para que no lleven al niño a la guardería infantil?
Es muy probable que con el sentido común baste para determinarlo. No obstante, te dejamos algunas indicaciones por si te sirven de orientación:
– Si el estado del niño no le permite participar en las actividades de la guardería infantil.
– Si necesita cuidados que no le van a poder ofrecer en el centro educativo.
– Cuando tenga síntomas peligrosos, en especial, cuando no haya causa aparente. Tampoco ante fiebre, irritabilidad o dificultad para respirar.
– Si tiene diarrea, conjuntivitis, piojos, varicela, sarampión, paperas y enfermedades similares en cuanto a su contagio.
Por otro lado, si desde la escuela se determina que el peque puede participar en las actividades y que la enfermedad no es infecciosa, no hay problema. Mirar por el bienestar del niño enfermo y de sus compañeros será la prioridad.
¿Recuerdas haber pasado alguna de estas enfermedades o haberla detectado en alguna ocasión? Esperamos que el recuerdo no sea muy ingrato y que te sirva de ayuda a la hora de tomar las decisiones oportunas cuando estés en la guardería.