Un correcto desarrollo del lenguaje es fundamental en la evolución cognitiva de los niños. En ocasiones, pueden surgir anomalías o trastornos del lenguaje que dificultan este proceso de aprendizaje.

Hoy repasamos cuáles son los problemas del lenguaje más relevantes y qué actividades pueden resultar efectivas para mejorar su evolución.

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¿Qué son los trastornos del lenguaje?

Los denominados trastornos del lenguaje hacen referencia a todos aquellos problemas que impiden desarrollar las habilidades de comunicación (tanto orales como escritas) con normalidad.

Estos problemas comunicativos suelen surgir cuando los niños están empezando a hablar, aunque también aparecen en otras fases del desarrollo infantil.

Resulta decisivo actuar lo antes posible ya que, en caso contrario, pueden manifestarse serias dificultades en el aprendizaje. Esto llevará a los más pequeños a un rendimiento escolar deficiente, lo que influirá negativamente en muchas otras áreas de su desarrollo (baja autoestima, dificultad en las relaciones sociales, falta de motivación, etc.).

Recuerda que, sin un tratamiento adecuado, el trastorno continúa en la edad adulta en aproximadamente el 50 % de los casos diagnosticados.

Factores asociados a estas patologías

Existen multitud de factores que pueden desencadenar este tipo de trastornos, son los siguientes:

  • Hereditarios. El problema viene determinado por los genes y es transmitido de padres a hijos.
  • Congénitos. Son producidos por complicaciones durante el embarazo (uso de fármacos, drogas, etc.).
  • Perinatales y postnatales. Aparecen por problemas durante el parto o momentos después de este.
  • Funcionales. Están relacionados con el mal funcionamiento de alguno de los órganos implicados en el proceso comunicativo (cuerdas vocales, garganta, lengua, etc.). También pueden ser debidos a daños cerebrales.
  • Endocrinos. Los trastornos en el sistema hormonal pueden afectar también al acto comunicativo.

Tipos de trastornos del lenguaje

Podemos distinguir dos grandes clases de patologías del lenguaje. El primer grupo se relaciona con el lenguaje oral, mientras el segundo hace referencia a la capacidad escrita.

Trastornos del habla

En la clasificación de trastornos del lenguaje oral encontramos los siguientes tipos de disfunciones:

Dislalia funcional

Estamos ante un problema relacionado con la correcta articulación de los fonemas. Los niños suelen omitir o alterar algunos sonidos (por ejemplo “cote” en lugar de coche). Son capaces de pronunciar las sílabas por separado, sin embargo comete errores al unirlas. Recuerda que, si no desaparece a partir de los cuatro años, será necesario intervenir para corregir el problema y que este no incida negativamente en el desarrollo del niño.

Disglosia

Variedad de dislalia producida por causas orgánicas. Esto significa que existe alguna lesión en los órganos implicados en el habla. Por este motivo se clasifica en función del órgano afectado (labial, palatal, mandibular, lingual o dental).

Disartria

La particularidad de esta variante de la dislalia radica en que se trata de una disfunción muscular. Se produce una alteración en el control muscular, circunstancia que puede afectar tanto a la comprensión como a la pronunciación.

Afasia

Está relacionada con los daños en el sistema cerebral. Las lesiones en diversas áreas del hemisferio izquierdo causan un gran número de alteraciones a nivel lingüístico (mutismo, dificultades de comprensión, para leer y escribir, etc.). Otros problemas asociados a esta patología son la anomia (dificultad para recordar el nombre de los objetos) y la parafasia (deformación o sustitución de una palabra).

Taquifemia

El niño afectado por ese problema habla de una manera excesivamente rápida, lo que conlleva una articulación desordenada y confusa. Aunque no existe unanimidad al respecto, se cree que este trastorno es debido a causas neurológicas hereditarias.

Trastorno específico del lenguaje

Estamos ante la patología más difícil de diagnosticar y de tratar, puesto que los niños afectados no presentan ninguna alteración cognitiva ni cerebral. Su principal característica es el lento desarrollo del lenguaje. Esto hace que estos niños utilicen un lenguaje impropio para su edad biológica (repetición de palabras, escaso vocabulario, frases muy simples, etc.).

Como bien sabes, el cerebro de los bebés es muy frágil y cualquier tipo de daño (por pequeño que sea) puede acarrear consecuencias muy graves. Entre las causas principales de estas lesiones están los traumatismos craneoencefálicos, los tumores y las infecciones (como la encefalitis, una inflamación del cerebro producida por distintos virus).

Trastornos del lenguaje escrito

Los trastornos del lenguaje escrito se refieren a las dificultades que se presentan en los procesos de lectura y/o escritura.

Dislexia

La dislexia es uno de los problemas más habituales en la edad infantil. Se caracteriza por la alteración en el uso de diversas letras y sílabas (escribirlas al revés, omitirlas o modificarlas, etc.). Aunque se considera un trastorno de la escritura, es necesario que sepas que también afecta a la comprensión lectora y a la pronunciación.

Disortografía

Problema relacionado con una gran dificultad para asimilar y poner en práctica las reglas ortográficas y gramaticales. No se refiere a problemas de caligrafía (forma y trazado de la escritura), sino a dificultades para asociar el código escrito con sus normas correspondientes.

Disgrafía

Aquí sí que se ve afectada la calidad de la escritura. Los niños no son capaces de mejorar su caligrafía; escriben de forma errática (letras de distinto tamaño, trazos no uniformes, falta de control en la presión del lápiz, etc.) y excesivamente lenta.

Ejercicios y consejos para padres y profesores

Existen multitud de tareas y actividades que pueden ayudar a los niños a superar los problemas del lenguaje. La mayoría de ellas son llevadas a cabo por profesionales especializados como logopedas o foniatras. Son técnicas que combinan ejercicios de respiración, articulación y discriminación auditiva.

Los padres también pueden ayudar a sus hijos a controlar los trastornos del lenguaje llevando a cabo una serie de sencillos ejercicios. Para ello, debemos crear un ambiente cálido y acogedor donde el niño se sienta seguro y pueda desarrollar sus capacidades.

Es aconsejable plantear estas actividades como juegos. Recuerda que el juego es un magnifico instrumento para el aprendizaje, ya que aumenta la motivación y focaliza la atención.

Un ejemplo de lo anterior puede ser utilizar tarjetas que lleven escritas distintas letras o sílabas. Cada acierto del niño será recompensado con puntos o pequeños premios.

También son muy adecuados los ejercicios frente al espejo. De este modo, los niños aprenden a realizar de forma correcta el movimiento de la boca.

Todos estos métodos se basan en la repetición, a través de las sucesivas repeticiones el niño va aprendiendo de sus errores y mejorando su lenguaje.

Para concluir ten presente que el niño necesita tiempo y paciencia para mejorar y disminuir los efectos de los trastornos del lenguaje que tienen lugar en la infancia.