Existen distintas formas de educar a los niños y una de las más exitosas es la crianza respetuosa. Hoy queremos profundizar en las características principales de esta metodología educativa que, principalmente, se basa en percibir al niño como un ser único e irrepetible y, a la vez, se busca proporcionarle la máxima satisfacción personal posible. A partir de este estilo educativo, padres y madres establecen un vínculo muy especial con sus hijos donde el amor incondicional es la máxima forma de expresión. Si quieres saber más sobre los diferentes estilos de crianza puedes convertirte en Experto en Crianza y Desarrollo Emocional Infantil y especializarte en este ámbito educativo.
Índice de contenidos
Principios de la crianza respetuosa
Incluso cuando un niño no ha expresado todavía sus primeras palabras, el respeto a su esencia y las muestras de atención son indispensables. Y es que en esta etapa, el niño puede expresar cómo se siente a través de otras formas de comunicación como el llanto o el lenguaje corporal. Es decir, cuando un bebé llora, también es importante atender esta necesidad. Tenlo presente.
En este sentido, la crianza respetuosa en la práctica conecta con las necesidades del niño de forma consciente. Por ejemplo, céntrate en la prisa: es un factor habitual en el ritmo de vida de muchos adultos: profesionales que están condicionados por la búsqueda de resultados a corto plazo en el trabajo o personas que asumen distintas responsabilidades en el día a día. En este contexto, la gestión del tiempo no siempre es sencilla. Sin embargo, este tipo de crianza alimenta la calma y la paciencia. De esta forma, el niño tiene su propio tiempo y su propio proceso vital en cada etapa de vida.
Pasamos a ver ahora cuáles son los principios de este estilo de crianza para educar en positivo, desde la paciencia, el respeto y la empatía.
Unicidad
Cada niño es único y tiene sus propias necesidades. Y si no que se lo pregunten a esos padres que han tenido más de un hijo. Por ello, cada proceso de crianza también será diferente.
Amor
Las demostraciones de amor también ocupan un lugar muy importante en este tipo de educación. El amor fortalece al niño y le aporta una sensación de plenitud. Por tanto, la abundancia de afecto se manifiesta a través de esta cercanía con el niño. La crianza respetuosa pone el foco las necesidades del niño y como bien sabes, el amor es una de ellas.
Por otro lado, además del afecto, existen otras necesidades que también son muy importantes en su proceso de crecimiento, como la creatividad que le aporta el juego, por ejemplo.
Empatía
La empatía es otro pilar esencial de este tipo de crianza. Empatizar con nuestros hijos incrementa la conexión mutua. El niño vive la realidad desde su etapa vital y sus circunstancias y es importante mostrar comprensión y respeto hacia esta realidad. Por ejemplo, si el niño llora por una razón concreta, conviene comprender qué le ocurre. Se trata de no quitar importancia a aquello que es significativo para él por interpretar ese asunto desde el punto de vista de adulto.
Educación
La educación es muy importante en este tipo de crianza en el que los padres transmiten valores a sus hijos. Sin embargo, no se utiliza el castigo como forma de corrección si no que el objetivo es educar en positivo.
Los beneficios de educar en positivo
¿Te preguntas cuáles son los beneficios de este estilo de crianza? A través de él acompañas a tu hijo en su proceso de crecimiento desde un punto de vista consciente obteniendo una gran suma de ventajas.
Potencia la gestión emocional
Esta educación, por ejemplo, potencia la inteligencia emocional en padres y madres, ya que como te explicábamos es una forma de crianza consciente y, por ello, los padres que eligen esta opción toman decisiones alineadas a esta filosofía.
Cubre las necesidades esenciales del niño
La crianza respetuosa atiende las necesidades principales que tiene niño, reforzando su bienestar y felicidad durante su proceso de crecimiento.
Se fortalece la autoestima infantil
A su vez, el amor incondicional también fortalece la autoestima del menor. El tiempo de calidad compartido con él fortalece este vínculo afectivo que es tan especial para ambos.
Promueve la comunicación asertiva
Desde el punto de vista de la comunicación, la búsqueda de la asertividad es importante en este tipo de crianza. La asertividad favorece el bienestar a través de las palabras, no lo olvides.
Aumenta la autonomía
Además, cada niño inicia el camino de su propia historia vital. Y, como ser individual, es libre. También potencia la autonomía del peque en cuestiones sencillas y acordes a su edad. El objetivo de ser felices en familia puede estar condicionado por la elección del estilo de crianza elegido. Cuando se producen discusiones constantes entre el padre y la madre por diferencias de criterio, este hecho interfiere de forma negativa en la convivencia familiar. Por ello, es importante que una pareja dialogue en torno a la educación que desea dar a sus hijos.
¿En qué se diferencia de otros estilos de crianza?
Existen distintos estilos de crianza. Sin embargo, el venimos comentando tiene otros puntos en común con otras propuestas. Y es que el principal hilo conductor en cualquier circunstancia es el amor. El afecto como fuente de reconocimiento y acompañamiento. No obstante, lo que individualiza este planteamiento es la forma de poner la atención principal en las necesidades del menor. Cada niño tiene derechos que deben cuidarse y protegerse.
Madres y padres, como responsables del cuidado de sus hijos, toman numerosas decisiones a lo largo de su crecimiento. La crianza respetuosa pone en valor el significado de cada una de esas decisiones. Es decir, es importante que exista una coherencia entre la medida adoptada y el enfoque que se aplica.
Pero no solo es esencial el bienestar del niño, también el de sus progenitores. Y esto es algo que pone en valor este método. Cuando una persona toma una decisión de forma consciente y responsable, valora de forma positiva esa propuesta. Este es un tipo de crianza que, además, potencia la gestión de las emociones. Un aprendizaje que es tan importante tanto para adultos como para los niños.
Como ves, las bases de la crianza respetuosa hacen énfasis en el cuidado del niño, pero también potencia la capacidad de autoconocimiento de los padres y de las madres, ya que en este proceso también se conocen mejor a sí mismos, escuchan sus emociones, aprenden y toman nuevas y mejores decisiones.