Existen diferentes tipos de bullying que pueden darse en el contexto educativo y también en otros ámbitos, como el social e, incluso, el laboral. El acoso puede manifestarse de diferentes formas que debemos conocer, y sobre las que profundizamos a continuación. En Formainfancia puedes formarte con el Máster en Psicología Infantil para adquirir un conocimiento mucho más amplio sobre esta clase de ataques contra víctimas.
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¿Qué es el bullying?
El bullying se refiere al daño físico o psicológico que sufre un niño de forma intencionada y repetitiva por parte de un agresor o de un grupo de agresores. En este caso, la persona que acosa emplea su poder, ya sea físico, psicológico o social, para ejercer un control sobre la víctima o generarle una serie de conductas y sentimientos perjudiciales que afectan a su bienestar.
Según el informe de la UNESCO, “Behind the numbers: ending school violence and bullying“, 1 de cada 3 estudiantes ha sido acosado por sus compañeros en la escuela durante uno o más días en un mes. Asimismo, el organismo advierte que “tanto la salud mental y física, como el bienestar de los niños, se ven afectados negativamente por el acoso escolar“.
Los 7 tipos de bullying más comunes
El informe de la UNESCO constata que los tipos de bullying más frecuentes son el acoso físico y sexual, pero en general, podemos hablar de 7 tipos de acoso, de los cuales la gran mayoría se dan en el contexto socioeducativo.
1. Bullying físico
Es uno de los tipos de bullying más comunes. El bullying físico directo engloba golpes, empujones, patadas y todo tipo de agresiones físicas contra un niño o adolescente o un colectivo de ellos.
También se incluye el acoso físico indirecto, que se refiere al robo o daño intencionado para sustraer las pertenencias de la persona que sufre el acoso.
2. Cyber-bullying
El cyber-bullying o bullying cibernético es el acoso que tiene lugar a través de Internet, ya sea por redes sociales, correo electrónico, foros y otros espacios de la red.
En la mayoría de casos, este tipo de acoso se basa en la publicación de fotos, conversaciones, amenazas y difusión de informaciones sobre la víctima, sin su consentimiento. El acosador cibernético emplea el medio digital para dañar a la víctima con este tipo de acciones.
3. Bullying psicológico
En el contexto de acoso escolar, el bullying psicológico o acoso moral se basa en conductas que atentan contra la dignidad y la integridad del niño o adolescente, lo cual supone le supone un marcado desequilibrio psicológico que puede implicar sentimientos de inferioridad, baja autoestima, ansiedad, depresión y, en algunos casos suicidio.
Este tipo de maltrato puede darse por medio de palabras, difamaciones y mentiras acerca de la víctima. En este caso también se incluyen las amenazas, la manipulación, el chantaje emocional, la intimidación o la persecución.
4. Bullying verbal
El bullying verbal se manifiesta por la divulgación de rumores, burlas, insultos, apodos y otras acciones similares que buscan dañar a la víctima. Este es uno de los tipos de acoso escolar más comunes en la adolescencia.
5. Bullying sexual
El bullying sexual se refiere al acoso que puede incluir tocamientos o acercamientos no deseados, actos de violencia física, así como silbidos u otros gestos de naturaleza sexual inadecuados. Igualmente, se incluyen aquí los comentarios relacionados con el aspecto físico o vida íntima de la víctima.
También es acoso sexual el bullying homófobo, que es el maltrato a una persona por su orientación sexual, ya sea real o por la percepción acerca de la misma.
6. Bullying social
Hacer bullying social significa aislar a la víctima, y humillarle en público para reforzar ese rechazo. Dicha exclusión puede darse por cuestiones socioeconómicas y culturales, discapacidades físicas o mentales, entre otras circunstancias que se señalan de forma negativa.
7. Mobbing
En el ámbito del trabajo, el bullying es conocido como mobbing o acoso laboral. Esta forma de maltrato que se da en el campo profesional suele ser de tipo psicológico, con mofas, amenazas o aislamiento, por ejemplo. En algunos casos, se dan también conductas violentas que incluyen la agresión.
Prevención e intervención en el acoso escolar
Es importante conocer los tipos de bullying para identificarlos y evitar este tipo de situaciones en el aula o fuera de ella. Eso sí, también es fundamental saber cómo prevenir el acoso escolar y cómo tratarlo en cada caso.
¿Cómo se puede prevenir el acoso escolar?
Tanto padres y madres, como educadores y niños, además del resto de la sociedad, deben formar parte de la prevención del acoso escolar. Estas son las acciones que pueden hacer para ello:
- Informar a los niños sobre qué es el acoso, cómo identificarlo y actuar de forma segura. Trabajar la temática en clase, por ejemplo, hace que los menores se conciencien más y mejor sobre esta problemática.
- Mantener una comunicación activa con los menores y observar su actitud para detectar problemas si los hubiera.
- No restar NUNCA importancia a un caso de posible acoso escolar. Escuchar y respetar es clave para que los menores confíen en los profesores y los progenitores y puedan recibir su ayuda.
- Dar ejemplo como adultos en el trato respetuoso y amable con los demás.
- Fomentar la coeducación en el aula como modelo educativo para inculcar comportamientos y valores de respeto, equidad, empatía y buen trato.
- En el caso de una situación de bullying escolar, padres y madres deben actuar en equipo con los educadores para detener la situación y solucionar el problema.
¿Cómo intervenir en un caso de bullying?
Prevenir es tan importante como intervenir para evitar los diferentes tipos de bullying. Siguiendo el protocolo de intervención en el acoso escolar publicado por UNICEF, podemos destacar 8 pasos fundamentales para llevar a cabo un programa de actuación en situaciones de acoso escolar:
- Detectar la situación de bullying.
- Comunicar el problema a la dirección del centro educativo.
- Dar una atención completa a la situación.
- Llevar una comunicación continua con la familia sobre el caso.
- Realizar una encuentro con todas las partes implicadas.
- Definir las medidas a seguir con las diferentes partes.
- Controlar si la implementación de las medidas está siendo efectiva.
- Llevar a cabo las acciones necesarias para restablecer la convivencia en la escuela.