Existe un amplio abanico de tipos de juegos para potenciar el desarrollo infantil a varios niveles. El juego en la infancia favorece las capacidades cognitivas y motoras, además de reforzar las habilidades sociales y emocionales. En este post te explicamos cuáles son los juegos infantiles, sus beneficios e importancia. Si quieres formarte en este ámbito puedes capacitarte como Monitor de Ocio Infantil con nuestra titulación especializada.
Índice de contenidos
¿Qué es el juego?
A raíz de las diferentes teorías de psicólogos que han propuesto una definición del juego a lo largo del tiempo, el psicoanalista Erik Erikson define el juego como “un medio de exploración para desarrollar la iniciativa e independencia del niño”. Asimismo, el sociólogo Mildred Parten defendía que el juego es una forma en la que también el niño potencia su interacción social y fortalece las relaciones con los demás.
Según Jean Piaget, psicólogo constructivista pionero en los estudios sobre el desarrollo intelectual y cognitivo del niño, el juego es inherente a la inteligencia del niño porque representa la asimilación de la realidad de acuerdo a cada etapa de su vida.
Los beneficios del juego en los niños
Siguiendo la teoría sociocultural de Lev Vigotski, este afirmaba que el juego es la herramienta que ayuda a los niños a establecer su conducta y a desarrollar sus relaciones sociales. Por ello, los diferentes tipos de juegos favorecen el desarrollo infantil a nivel cognitivo, emocional, social y motor.
Está demostrado que mediante el juego los niños crecen en atención, imaginación, concentración, creatividad, empatía y cooperación. Además, este tipo de ocio también contribuye al control de los impulsos en los menores.
¿Por qué es importante el juego en la infancia? A continuación presentamos varias razones por las cuáles el juego es importante en el desarrollo de los pequeños, en base a los beneficios que aportan.
Favorece el desarrollo del pensamiento
Son muchos los tipos de juegos que fomentan el desarrollo cognitivo. Hablamos de aquellas actividades que favorecen las habilidades de pensamiento como la lógica, la atención, la memoria, el análisis o la resolución de problemas. Y es que el juego es una forma de entretenimiento infalible para entrenar al cerebro en los menores.
Potencia la empatía y la interacción social
Dar y recibir, empatizar y ponerse en la piel del otro. Estos valores también se aprenden a través del juego. Además, los niños se relacionan con los demás, estrechan lazos y refuerzan su desarrollo social. Los juegos de rol son una buena representación de todo ello.
Promueve la expresión de las emociones
El juego permite que el niño se desarrolle a través de diferentes formas de expresión y, por tanto, de manifestar sus sentimientos, sensaciones y emociones.
Fomenta las habilidades motrices
El juego infantil contribuye al desarrollo del movimiento y la coordinación. A través del mismo, los niños toman conciencia de su propio cuerpo y de sus posibilidades en contextos determinados. Por lo que el juego en la infancia también ayuda a desarrollar la motricidad fina y gruesa en la ejecución de cada acción.
Tipos de juegos para niños
El juego da tantas posibilidades como tipos de juegos que existen. Tradicionales, de mesa, de rol, de construcción, de reglas, virtuales… En cualquier caso, en la mayoría de ocasiones hablamos de juegos didácticos, ya que además de aportar diversión a los más pequeños también fomentan sus capacidades y habilidades cognitivas, sociales, emocionales y motrices. ¡Aquí van algunos ejemplos!
Juegos tradicionales
Te suena la gallineta ciega, la cadena de sacos o el pañuelo? Hablamos de actividades de larga tradición y de carácter cultural, los famosos juegos tradicionales que pasan de generación en generación y que tanto nuestros abuelos, padres como los más pequeños hoy en día, disfrutan de ellos.
Juegos de mesa
El juego de mesa, que encontramos en los juegos de reglas, es un clásico que siempre da la talla y no solo entre niños, también es una opción estupenda de diversión para adultos. A través de los varios tipos de juegos de mesa se trabajan las habilidades mentales y el cumplimiento de normas, como es el caso del parchís o los juegos de preguntas y respuestas como el Trivial.
Juegos de rol
Los juegos de rol son aquellos que permiten a los jugadores ponerse en la piel de personajes, animales o incluso objetos. Los juegos de rol son muy interesantes en el desarrollo infantil porque fomentan la creatividad, ayudan a regular las emociones y fomentan las relaciones sociales. ¿Un ejemplo? El juego de mímica se integra dentro de este grupo.
Juegos virtuales
Actualmente, los juegos virtuales acaparan el ocio infantil en comparación a los juegos populares y tradicionales. Aunque es importante controlar el uso de la tecnología en la infancia, los videojuegos y las aplicaciones también tienen aportes interesantes, ya que desarrollan las capacidades funcionales, la atención y la observación.
Juegos de construcción
Aquí el máximo representante es el Lego, que todos conocemos. A través del montaje de piezas, los niños crean muros, edificios y figuras. Los juegos de construcción destacan especialmente por desarrollar la motricidad y la coordinación y, además, ayudan a los peques a identificar los colores, las formas y a tomar conocimiento de los espacios, tanto en altura como en amplitud.
Juegos cooperativos
Los juegos cooperativos tienen el objetivo de alcanzar una victoria de equipo. Por tanto, son actividades donde la unión toma especial relevancia, así como la compatibilidad de las habilidades y aptitudes personales de cada integrante.
Juegos de agilidad mental
Entre los juegos en que se trabaja la agilidad mental tenemos el ajedrez, los juegos de memoria o los puzzles. Este tipo de actividades de ocio ayuda a los menores a construir el pensamiento y a dar rienda suelta a la creatividad. Además, son buenas opciones para activar el cerebro y saber cómo abordar la resolución de problemas.
Juegos en el exterior
Los parques que todos conocemos con toboganes y columpios, o los deportes al aire libre, también ayudan a los niños a compartir y a explorar el mundo que les rodea.