Tanto en la escuela como fuera de ella, los juegos son fundamentales en el desarrollo del niño. Puede parecernos que simplemente son maneras de pasar el rato, de que los niños se diviertan. Sin embargo, a través del juego conocen el mundo. Tanto la educadora infantil como la familia deben fomentar el juego en los niños. Elegir los más beneficiosos para ellos es todo un reto, en especial en la actualidad, con el desarrollo de las nuevas tecnologías. Si quieres convertirte en una educadora de éxito, no te pierdas nuestro Curso auxiliar de guardería. Y sigue ahí, porque este post te interesará.

Te mostramos la cara más interesante de los juegos en el desarrollo infantil, ¡sigue leyendo!

El juego en el aprendizaje infantil

El juego lleva acompañándonos desde siempre, es inherente al ser humano. Lo hemos usado en todas nuestras etapas evolutivas como especie. Desde pequeños hasta adultos lo usamos para aprender, desarrollarnos y socializar. Aunque, afortunadamente, lo utilizamos también de adultos, su máxima expresión tiene lugar en la infancia. Además de ayudar a los niños a relacionarse y aprender, tiene muchos otros beneficios. ¿Quieres conocerlos?

Beneficios del juego en la primera etapa infantil

Veamos algunos de los más importantes en esta primera etapa de la vida, hasta los 3 años:

– Desarrollan la motricidad fina y gruesa, la inteligencia corporal y el conocimiento y dominio de su propio cuerpo.

– Aprenden a expresar emociones y a liberar tensiones.

– Desarrollan los cinco sentidos y la percepción sensorial.

– Estimulan la creatividad, la imaginación, la curiosidad y la iniciativa.

– Los niños mejoran el aprendizaje del lenguaje y la atención visual y auditiva. Además, aprenden la capacidad de pensamiento simbólico y representación y la organización lógica.

– Se relacionan, interactúan con otros niños y aprenden a comunicarse.

Aunque estos aspectos no suenan divertidos ni lúdicos, son razones muy contundentes para fomentar el juego. ¿Quién diría que se aprende tanto? Por eso, familia y educadora infantil son claves en su fomento.

Tipos de juegos que puede usar la educadora infantil

Muchos niños acuden desde muy pequeños al centro de educación infantil. Son momentos muy valiosos para que se relacionen poco a poco entre sí. La educadora infantil va propiciando estos encuentros y el juego tanto individual como grupal. Vamos a ver los principales tipos de juegos que pueden desarrollar en esta etapa temprana:

Juegos funcionales

Hasta los dos años, los niños juegan experimentando con objetos o su propio cuerpo. Este tipo de juegos carece de simbolismo, pues aún no pueden comprenderlo.

Sin embargo, con ellos se está contribuyendo a su desarrollo psicomotor temprano.

Juegos simbólicos

A partir de los dos años, los niños son capaces de comprender los simbolismos. Pueden comenzar a jugar a representar la realidad que van conociendo a su alrededor. Por ejemplo, los niños imitan a sus padres o figuras que les son familiares. Además de recrear situaciones que han vivido, también comienzan a crear situaciones con su propia imaginación.

Juegos de construcción

¿Quién no recuerda haber jugado a este tipo de juegos en casa y en la escuela? Son fundamentales porque ayudan al niño desarrollar la motricidad fina. Además, desarrollan la inteligencia espacial y la lógica del niño. Tanto la educadora infantil como el entorno familiar deben animarle a comenzar. Más tarde ya no será necesario, ya que el propio niño querrá construir todo lo que su imaginación le dicte.

Juegos motrices

Trabajan la motricidad gruesa del niño hasta los tres años, es decir: caminar, correr, saltar y mover todas las partes del cuerpo. Además de divertirse mucho en el aula infantil, el niño conoce las posibilidades de movimiento de su cuerpo y aprende a dominarlo.

Juegos sensoriales

Con este tipo de juegos los más pequeños desarrollan sus sentidos. Conocen su entorno, como la naturaleza y la vida cotidiana. Pueden ser trabajos manuales o experimentación de los sentidos. Un ejemplo de trabajos manuales sería pintar o moldear. Otro ejemplo sería aprender a cocinar, adaptado a su edad: conocer los alimentos, amasarlos, decorarlos, probarlos… Y, en cuanto a la experimentación de los sentidos, aprender a dar y recibir masajes o a relajarse serían algunos ejemplos.

Juegos comunicativos

En ellos se estimula a los niños primeramente a emitir sonidos y posteriormente a comenzar a hablar. Con la aparición del habla se incorporan juegos lingüísticos. Con estos juegos se divierten mucho y aprenden más que si no los practican.

Juegos de imitación

Este tipo de juegos serán muy útiles a la educadora infantil para potenciar las habilidades de los niños. Se divertirán mucho imitando situaciones, animales, expresiones faciales y a personas conocidas. Ayudan a desarrollar la personalidad del niño, además del lenguaje y la inteligencia emocional.

¿Cómo deben realizarse estos juegos?

En algunos casos surgirá la duda de si es mejor que practiquen los juegos solos o en grupo, o si debemos guiarlos o no. Cada posibilidad tiene sus ventajas e inconvenientes; vamos a verlas.

¿Solos o en grupo?

Inicialmente, los juegos serán individuales. No podrán apenas ser de otro modo, ya que el pequeño necesita ir adquiriendo determinadas destrezas antes de relacionarse. De su propio deseo de explorar nacen estos juegos. Con ellos se va familiarizando con el mundo que lo rodea. En cuanto sea posible, tanto la educadora infantil como la familia propiciarán los juegos en grupo. Así aprenderá a socializar y cooperar con otros niños.

¿Juegos dirigidos o juegos libres?

Ambas modalidades son necesarias, por lo que no debemos quedarnos solo con una de ellas. Con los juegos dirigidos se trabaja la concentración del niño y su atención. Además, se trabaja la consecución de objetivos concretos. Sin embargo, con el juego libre el niño desarrolla su propia autonomía, algo fundamental. También desarrolla su imaginación y su creatividad. Por todas las ventajas de ambas modalidades de juego, lo ideal es compaginar las dos.

Jugar es y será siempre sinónimo de divertirse, de felicidad, infancia y libertad. Sin embargo, los juegos son mucho más que eso. Son la primera forma de aprendizaje que tiene un niño y, por eso, debemos potenciarlos desde sus primeros años. Son importantes tanto en el centro infantil como en el hogar.

Ahora ya sabes qué tipo de juegos potencian cada área. Elige los que mejor vayan a tus alumnos o hijos y disfruta de su aprendizaje.