No es una escuela ni un manual de instrucciones a seguir a rajatabla. El coaching familiar es una metodología a seguir para conseguir que una familia saque lo máximo de cada uno de sus miembros y, además, del conjunto de la misma.

¿Nos acompañas a descubrir en profundidad qué es el coaching familiar y qué puede aportarle a tu familia? ¡Vamos allá!

 

¿Qué es el coaching familiar?

Lo primero que debemos hacer es resolver la pregunta de qué es el coaching familiar. Y para eso, antes, hay que entender qué es un coach y cuál es su trabajo.

Pues bien, un coach, que se traduce literalmente como un “entrenador”, es aquella persona preparada para motivar. Además, es el profesional capacitado para dotar de herramientas que ayuden a cumplir objetivos y a sacar lo mejor de cada uno.

Si te preguntas si el coaching es terapia, no. El coaching busca los puntos fuertes de cada persona para construir esas herramientas eficaces que sustituyan los puntos débiles.

Así, el coaching familiar es esa disciplina que, aplicada en diferentes situaciones familiares, busca mejorar la fortaleza de las relaciones entre cada miembro.

 

¿En qué situaciones aplicar el coaching familiar?

Antes que nada, cabe recordar que el coaching familiar no tiene nada de milagroso. Es decir, el trabajo del coach debe ir acompañado de la voluntad de cada uno de los miembros de la familia. Si estos no aportan sus esfuerzos y ganas de conseguir un cambio, el objetivo se va a ir alejando.

Una vez dicho esto, los motivos para contratar un experto en coaching familiar pueden ser muchas. Es decir, cualquiera que necesite un cambio propio o en conjunto puede acudir a un coach. Aun así, hay algunas situaciones recurrentes en las que la ayuda de un coach para familias puede ser útil. Aquí van unos ejemplos de ellas:

 

  • Cambios en la estructura familiar

Cuando llega un cambio en la familia, ésta puede perder su estructura y unión. Es de lo más normal, los cambios comportan eso, cambios. Encontrar los motivos de este desequilibrio y localizar las herramientas para superar el bache será la tarea principal del coaching familiar. A través de sus sesiones, la familia podrá volver a reestructurarse y recuperar el equilibrio perdido.

Estos desequilibrios se pueden dar por muchos motivos y pueden desviar la atención de aquello verdaderamente importante: la felicidad familiar. Si detectas que tu familia está atravesando uno de estos momentos, no lo dudes.

 

  • Educación y crianza

La llegada de un nuevo miembro a la familia nunca es fácil. Se trata de una nueva etapa en la que cada miembro de la pareja deberá reconvertirse en mamá o papá. Además, la rutina con niños va a cambiar directamente, pues deberéis afrontar cambios y desafíos constantes.

Las sesiones de coaching familiar os podrán ayudar a entender vuestros nuevos papeles. No es cuestión de risa convertirse de novio o novia a papá y mamá. Además, proporcionarán las herramientas necesarias para encontrar la mejor educación y crianza para el peque.

 

  • Conflictos familiares

Aprender a solucionar los conflictos que aparecen día a día de las familias. Tanto si son en la pareja, si involucran a los hijos o incluso si tienen que ver con terceros (por ejemplo, familia política). Con unas sesiones de coaching familiar podréis conocer cómo manejarlos. Aunque no conseguiréis que desaparezcan (¡la convivencia!), podréis encontrar la mejor manera de resolverlos.

 

  • Administración del tiempo familiar y personal

Aprender a gestionar y diferenciar espacios y tiempo es primordial. No todo tiene que ser único y exclusivamente la familia. Aportarle aire a cada miembro de ella os dará una nueva perspectiva con la que podréis disfrutar más de vuestra relación. Las sesiones de coaching familiar enseñarán a todos los miembros de la familia a aprovechar ambas esferas.

 

  • Falta de comunicación

No hay comunicación, las pocas charlas que tenéis acaban en discusiones o acaban por convertirse en conflictos que involucran a toda la familia. Si tu situación es esta y se repite más de lo normal, el coaching familiar ayudará a focalizar vuestras energías en puntos positivos y, así, dejar de lado las tensiones.

 

Tipos de conversaciones del coaching familiar

Teniendo en cuenta que cada familia, cada coach y cada sesión son un mundo, ¿cómo serán las sesiones de coaching familiar? Pues aquí van unas cuantas conversaciones que pueden salir mientras habláis con vuestro coach de familia.

 

1.- ¿Qué relación quieres con tu familia? ¿Qué puedes aportar tú para conseguirlo?

Si acudís a un coach familiar no esperéis que os lo solucione todo en un plis plas. Por ejemplo, si le planteáis que creéis que vuestra familia necesita un cambio, es probable que aparezcan estas preguntas. Hacer una profunda reflexión sobre vuestros propósitos hará que encontréis respuestas que no esperabais.

 

2.- ¿Cuál sería vuestro pensamiento si os pusierais en el lugar del otro?

Potenciar vuestra empatía e intentar poneros en el lugar de otro miembro de la familia. Intentar pensar exactamente como pensaría el otro. Esta herramienta o método os permitirá mejorar la comunicación familiar. Si entendemos qué piensa el otro, el diálogo será más ágil.

 

3.- ¿Qué te aportará el cambio que buscas?

Estás realmente convencido de que quieres conseguir un cambio respecto a tu familia. Pero, ¿has analizado qué te aportará esta transformación? ¿Tienes las expectativas demasiado altas o es que realmente es lo que necesitas y lo ves alcanzable?

 

Las sesiones, vuestro camino al éxito

Por otro lado, para alcanzar los objetivos que tengáis como familia ¿cuántas sesiones podéis necesitar? Pues, por lo general, se necesitan de 4 a 10 sesiones para conseguir un objetivo y ver un cambio real. Aun así, todos los casos son especiales y hay quienes, una vez empezado el coaching familiar, ya no lo dejan.

Es apasionante descubrir como, con la ayuda de un profesional, podéis crecer tanto a nivel personal como a nivel familiar a la vez. ¿Os embarcaríais en una experiencia similar?

El coaching familiar no es una obligación

Es muy importante que antes de acudir todos a una sesión de coaching familiar nos cercioremos de que nadie va obligado a ellas. Acudir a la sesión sintiéndose fuera de lugar o incómodo hará que la metodología del coaching no funcione al 100%. Ya hemos dicho anteriormente que lo más importante es que todos los miembros de la familia pongan de su parte y su voluntad. Sin la implicación de todos, será mucho más difícil cambiar el rumbo de la familia y conseguir el objetivo que os trajo al coaching familiar.

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