Tanto las mamás y papás como los educadores, psicólogos, cuidadores y el resto de profesionales que están en contacto con niños y niñas lo saben. La autonomía infantil es uno de los objetivos prioritarios a la hora de educar a los pequeños. Si te interesa el tema, no te olvides de echarle un vistazo a nuestro Máster en Pedagogía y Psicopedagogía Clínica + Máster en Coaching y en Inteligencia Emocional Infantil y Juvenil antes de seguir leyendo.
Hoy os traemos un post sobre los diferentes métodos y juegos que harán que vuestros niños y niñas consigan más autonomía poco a poco. Un aspecto que, además de hacerles más independientes, les dará más autoestima. ¿Nos acompañas? ¡Pues vamos!
Índice de contenidos
La autonomía infantil, ¿qué es?
La autonomía de los niños es la capacidad por la que nuestros peques se convierten en personas autónomas. Con esto queremos decir: es la habilidad por hacer actividades y tareas por su propia cuenta.
El fomento de la autonomía de los niños debe estar, por supuesto, adaptado a su edad. No podemos pretender que los pequeños hagan acciones o actividades propias de una edad que no es la suya. Poco a poco, a medida que crecen, los niños aprenden cada vez más rápido, pero siempre lo hacen acompañados de sus papás y educadores.
Cómo acompañar a un niño
Para acompañar a un niño y que poco a poco sea más autónomo, debemos tener una serie de cosas en cuenta. Por ejemplo, nuestros objetivos. Los más comunes suelen ser ayudarles a convertirse en adultos libres, independientes y con capacidad para tomar sus propias decisiones.
Mientras que para papás y mamás esto será todo un reto, para los pequeños es una aventura emocionante. No os pongáis nerviosos, es normal que se fracase en muchas ocasiones. Aun así, seguro que sacáis inspiración de muchas de las acciones de vuestros peques.
Qué aporta la autonomía a los niños
Según varios estudios internacionales, los niños autónomos presentan menos problemas de aprendizaje y mantienen mejores relaciones sociales. Y es que, gracias al fomento de esta aptitud, los niños se sienten menos vulnerables y saben defenderse ante el mundo.
Aun sí, la autonomía aporta más beneficios que los anteriormente nombrados. Veamos un repaso de ellos:
- Independencia: Los niños se convierten en seres menos dependientes de sus padres.
- Higiene: Generalmente, las primeras tareas que aprenden los niños con más autonomía tienen relación con su propia higiene. Por ejemplo, aprender a bañarse solos, cambiarse de ropa o salir a jugar al jardín o al parque.
- Mejor desarrollo psicomotor: Al llevar a la práctica más actividades, su desarrollo motor se acelera y madura más rápido.
- Autoestima: Los pequeños son conscientes de que pueden hacer cosas bien por su propio pie. Por eso aumenta su autoestima y autoreconocimiento.
Cómo fomentar la autonomía infantil
A continuación os presentamos algunas de las actividades con las que podéis fomentar la autonomía infantil. Tened en cuenta que, los primeros días en los que las haga solo, todo le costará más. Pero poco a poco ganará confianza para hacer estas tareas solo.
Comida
Ya hemos hablado anteriormente del Baby Led Weaning. Si vuestro hijo es pequeño (más de 6 meses), puede ir experimentando con la comida sólida. Poco a poco, él o ella podrá discernir qué le gusta, cómo le gusta y cómo se lo come. Una actividad que, aunque parezca obvia genera mucha autoconfianza y autonomía.
Con el tiempo, conforme el niño vaya creciendo, podremos ir introduciendo más elementos relacionados con la comida. Por ejemplo, el uso de los cubiertos, la educación, modales o comportamiento en la mesa, prepararse el desayuno o la merienda, ponerse sus propios utensilios (vaso, cubiertos…).
Si, además, el peque se interesa por lo que cocinas y cómo lo cocinas, también es una opción. Dejar que mezcle, por ejemplo, los ingredientes de un bizcocho y vea cómo de bueno le sale. ¿Fácil, verdad?
Higiene
Fomentar la autonomía infantil en el ámbito de la higiene es muy fácil. Por ejemplo, podéis proponerle que se limpie solito tras ir al baño y se lave las manos. Poco a poco, y siempre con vuestra supervisión, podéis enseñarle a lavarse los dientes y el pelo.
Otra de las opciones que podéis llevar a cabo para que el niño desarrolle su autonomía personal es en el ámbito de la ropa. Las actividades más fáciles que podéis sugerirle son: dejar la ropa sucia en su sitio, escoger su nuevo conjunto o ponerse el pijama solito.
Vida en el hogar
Hacerse la cama, ordenar sus juguetes y mantener su ropa en su sitio. Estas pequeñas cosas de la vida cotidiana le darán la opción al pequeño de ser más autónomo. Intentad buscar maneras para que el niño no se sienta obligado a hacer todas estas acciones. Si le motiváis para que aprenda cosas nuevas, incorporará estos hábitos rápidamente.
Juegos para fomentar la autonomía infantil
Relacionados con los puntos anteriores, a continuación os damos algunas ideas para convertir estas tareas en juegos divertidos. Una manera fácil y motivadora para aprender cosas nuevas.
Encuentra la pareja:
Una manera de fomentar que el niño sea más autónomo es proponerle el juego de “encuentra la pareja”. Muéstrale el montón de calcetines limpios y, entre los dos, intentad buscar su pareja. Cuando los tengáis todos aparejados, pídele que los guarde en su sitio.
Después toca…
El juego “después toca…” es un juego de preguntas y respuestas. Con él, los niños y niñas aprenden qué tareas hay que realizar después de una actividad en concreto. Por ejemplo una de las preguntas podría ser: “Ya he comido. Después toca…” y esperaríamos a que el niño contestara: “lavarse los dientes”.
Veo, veo
Enseñarle a un niño a ser autónomo no es fácil. A veces, no ven las cosas como queremos que las vean. Como ya hemos dicho anteriormente, es normal: no debemos pretender que los niños vean a través de ojos de adulto. Un truco para enseñarles algunas rutinas es el “veo, veo”. Un juego típico que debéis practicar en su habitación. Cada vez que vea algo que debería estar almacenado, nos levantaremos y lo guardaremos.