Las dificultades de aprendizaje en las edades tempranas suelen darse en un porcentaje considerable de los alumnos. Es normal, y quizá hayas comprobado que a muchos niños les puede costar más que a otros comprender determinados temas. Esto no implica siempre que los pequeños tengan que presentar un problema. Y es que, en algunos casos, puede deberse a factores tan diversos como una deficiencia en la vista o padecer TDHA.
¿Quieres convertirte en pedagogo/a? Consíguelo con el Curso Atención Temprana. Los trastornos en el desarrollo infantil tienen una gran trascendencia. Tanto a nivel social como personal, cuando un niño padece alguna disfunción, es esencial llevar a cabo acciones de atención temprana. El objetivo es acompañar a los niños para que puedan superar dificultades y evolucionar adecuadamente. Es esencial detectar problemas a tiempo para conseguir un crecimiento positivo. Si eliges esta formación, podrás dedicarte profesionalmente a este ámbito de la pedagogía infantil. Asimismo, sabrás desarrollar las técnicas idóneas para atender a los niños y jóvenes en situaciones de discapacidad.
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Causas de las dificultades de aprendizaje en los niños
Conviene señalar que la mayor parte de las dificultades de aprendizaje son detectables en las etapas infantil y juvenil, por eso es mejor tratarlas cuanto antes. Es imprescindible conseguir la integración plena de todos los alumnos en el aula. A continuación, te contamos qué motivos desencadenan estas dificultades, así como cuáles son los medios para afrontarlas.
Cuando ocurren problemas de aprendizaje, es necesario saber las causas
Las causas, como advertimos antes, pueden ser muy variadas. En este sentido, es importante prestar una especial atención a la evolución educativa del alumno. Aunque los docentes juegan un papel clave en esta cuestión, no siempre es sencillo identificar el problema.
El sistema educativo, que suele estar constituido por un conjunto de metas para beneficiar al alumnado, se queda insuficiente. Es complicado enfrentarse al problema de la falta de inversión económica en la educación, así como a las aulas demasiado pobladas.
Lo ideal sería que cada aula reúna a un número máximo de 15 alumnos. En caso contrario, aumentarían las dificultades de aprendizaje. No todos los alumnos retienen los conocimientos de la misma forma. Cada uno de ellos aprende a su ritmo y con su propia capacidad de concentración y retención de información.
Entre la disparidad de problemas que dificultan el proceso de aprendizaje, debemos tener en cuenta los más comunes. Pero no debemos dejar tampoco desamparados a aquellos casos especiales, que presentan una minoría.
Trastorno por déficit de atención (TDHA)
El trastorno por déficit de atención es un problema que cada vez presenta un mayor número de alumnos. Este trastorno se caracteriza por la dificultad de no poder concentrarse por un periodo largo de tiempo. Además, suele ir acompañado por hiperactividad e impulsividad.
Si observas a niños con TDHA verás que, en muchas ocasiones, no pueden quedarse quietos. Necesitan cambiar de actividad o, a veces, de postura, de manera rápida. Esto puede repercutir en el resto de la clase, pero sobre todo afecta en su adquisición de conocimientos.
El problema con este trastorno, a diferencia de lo que se pensaba años atrás, es que no es la base. El TDHA es un síntoma de un padecimiento mayor. Solo hay que tener en cuenta que, a la hora de ser diagnosticado, puede existir una enfermedad importante. Suele ser detectado de manera temprana. Muchos niños llegan a ser incomprendidos o se les acusa de inquietos, sin tener en cuenta la sintomatología.
Es a partir de los seis años cuando se puede identificar la causa de un TDHA. Hay que tener en cuenta que muchos casos han terminado respondiendo al diagnóstico de autismo de alto rendimiento.
La dislexia
La dislexia hace referencia a problemas de aprendizaje que afectan la lectura y la escritura del alumno. La descodificación de las grafías en comparación con los sonidos es una de las dificultades de aprendizaje para un disléxico. El niño afectado llega a tener dificultades para leer, confundiendo en ocasiones letras parecidas. Esto provoca, a su vez, que no comprendan lo que ven escrito, con lo que es más difícil que retengan la información.
Aunque los menores pueden parecer lentos en la adquisición de léxico e, incluso, en aprender a hablar, conservan su inteligencia. Sus capacidades mentales son normales. El único problema, y que les puede marcar de por vida, es la dificultad para descifrar el lenguaje.
Con la dislexia es normal que surjan problemas relacionados. Así, la disgrafía es muy común en los niños disléxicos. Esta se caracteriza por la dificultad motora para representar por escrito las palabras. Muchas veces se vuelven ininteligibles, dificultando la labor docente y, en ocasiones, costándole al alumno una mala calificación. Hay que recalcar que la disgrafía no afecta a la ortografía del alumno, debido a que su inteligencia queda intacta.
Trastornos de procesamiento auditivo central (TPAC)
Los trastornos auditivos no siempre son fáciles de distinguir. Se suele hacer mucho hincapié a la sordera total de los menores, pero no siempre se piensa en este trastorno. El TPAC no siempre es sencillo de describir por el menor que lo padece.
Cuando existe un trastorno en el procesamiento de audición central, un mínimo ruido de fondo puede influir en la comprensión. Por ejemplo, el sonido de la lluvia es suficiente para que el alumno no consiga percibir con claridad la explicación del maestro. Lo cual supone otra de las dificultades de aprendizaje a destacar.
Discapacidad intelectual
Existen diferentes tipos de discapacidad intelectual. Unos son muy graves y difieren enormemente en el aprendizaje de los niños. Otros, lo más leves, pueden llegar a adaptarse sin mucha dificultad al resto de la clase.
En ambos casos, es precisa la ayuda especializada, para que estos pequeños avancen positivamente. Una de las preocupaciones más comunes en los padres es la socialización de sus hijos, más que el aprendizaje en sí mismo.
La integración de los alumnos con problemas de aprendizaje
Padres y docentes deben formar un equipo para promover el desarrollo de los niños y evitar, en la medida de lo posible, las dificultades de aprendizaje. En este sentido, es importante continuar en casa la labor alcanzada dentro del aula, y viceversa.
Eso sí, en muchos casos descritos anteriormente será precisa la figura del especialista médico. En esas situaciones, se pueden indicar determinados medicamentos para mejorar un trastorno, aunque el esfuerzo debe ser la constancia.
Un logro sería que los sistemas educativos dotasen todas las aulas con maestro de refuerzo o psicopedagogos. Muchos alumnos requieren de un ritmo distinto al resto, además de un educador exclusivo para ellos, a nivel individual.
Es necesario motivar a estos pequeños, además de enseñarles tácticas de estudio en cada caso. Trabajar la memoria y la concentración es muy importante. Aquí tiene un papel fundamental el juego educativo.
La psicomotricidad no debe dejarse atrás, apoyándonos en ejercicios escritos y la creación de trazos sencillos.
Las dificultades de aprendizaje suelen ser muy variadas. Una vez localizadas las causas, hay que buscarles una solución temprana, para integrar correctamente al alumno en el aula.