Cuando llega un nuevo miembro a la familia surgen nuevos lazos afectivos en el interior de ese sistema integrado por seres queridos que tienen un contexto afectivo común. Cuando nace un nuevo bebé, surge un nuevo vínculo pero también los celos entre hermanos. Cada persona interpreta la realidad desde su perspectiva, es decir, desde su posición. Por ejemplo, el hermano mayor puede sentir celos y envidia ante la atención que despierta el bebé en el entorno próximo. El proceso de adaptación al cambio forma parte del aprendizaje que experimenta el hermano mayor. Por tanto, intenta tener paciencia. Si quieres dedicarte profesionalmente a la psicología infantil no te pierdas nuestro Máster Psicología Infanto Juvenil Online.
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¿Por qué surgen los celos entre hermanos?
Algunos padres temen que sus hijos experimenten celos y se anticipan a este momento intentando poner de su parte para que eso no ocurra. Si te encuentras en este momento es muy positivo que intentes tener empatía con tus hijos. Sin embargo, es importante también relativizar el propio factor de los celos. Si finalmente el niño experimenta esta sensación, podrás ayudarle a gestionar esta incomodidad emocional con tu compañía.
Es decir, en lugar de observar los celos entre hermanos como un síntoma negativo, puedes observar su función positiva: te aportan una información. Cuando un niño ha sido el protagonista principal del tiempo y la atención de sus padres y familiares directos, necesita vivir su propio proceso de adaptación al cambio cuando nace un hermano. A partir de entonces, cambia su realidad en el hogar, aunque no en lo esencial.
El factor edad también influye en este tipo de situación puesto que si la diferencia de edad entre ambos hermanos es de varios años, el hermano mayor tiene una mayor capacidad para comprender estos cambios. Los celos pueden producirse por distintos factores. Sin embargo, una de las causas más frecuentes tiene que ver con la percepción que siente el niño de que sus padres conceden más protagonismo en términos de atención y de tiempo a su hermano.
Cómo prevenir los celos entre hermanos
Para prevenir esta situación es constructivo que centres tu atención en aquellas cuestiones que dependen de ti. Existen muchos factores que van más allá de tu voluntad. A continuación, puedes leer una selección de ideas para actuar en esta dirección:
1. Es muy importante que tanto el padre como la madre compartan tiempo de manera individual con cada uno de sus hijos. Si quieres poner en práctica este consejo haz lo siguiente. Organiza tu agenda estructurando los planes en torno al tiempo compartido en común con todos y los espacios individuales. Instantes vividos con cada uno de los miembros.
2. Algún regalo especial. Por ejemplo, un juguete pedagógico. Es habitual que en este momento, el recién nacido reciba muchos detalles y sorpresas de bienvenida. Un regalo se convierte en un anclaje emocional que produce sorpresa al niño cuando lo recibe.
3. Comunicación. Los temas de conversación también tienen que dar espacio al niño para comentar detalles en torno a actividades que le gustan o cualquier aspecto que le ilusiona especialmente.
4. Conviene planificar con ilusión la visita al hospital del hermano mayor para conocer a su hermano pequeño.
5. Para reforzarle en su rol de hermano mayor, también es posible darle voz para que colabore con algunas cuestiones de cuidado del hermano menor. Gestos simbólicos adaptados a la edad del niño y en situaciones en las que siempre estén presentes los padres.
6. El juego es un recurso educativo para crear un contexto lúdico de diversión a través de actividades de equipo. Cuando los niños tienen una edad para implicarse en actividades grupales, es posible dar un mayor protagonismo a este tipo de dinámica de ocio.
Cómo gestionar los celos entre hermanos cuando aparecen
Puede ocurrir que aunque hayas hecho todo lo posible para evitar este tipo de situación, finalmente, observes en tu hijo síntomas que expresan el malestar de los celos. ¿Qué puedes hacer en ese caso?
1. Empatía. Es muy importante que no infantilices los celos desde tu rol adulto. Tal vez puedas recordar algún episodio de tu niñez en el que tú te sentiste de ese modo. Tu hijo no solo puede expresarse a través de las palabras, sino también, por medio de sus comportamientos y sus acciones. Por tanto, intenta escuchar esta información de manera asertiva.
2. Crea momentos especiales con el niño mayor. Por ejemplo, lee un cuento cada noche al niño o acude a la biblioteca infantil para que elija libros que le gustaría llevarse a casa. Estos momentos están muy vinculados con aquellas situaciones que eran especiales para él antes del nacimiento de su hermano. De este modo, no experimenta una ruptura de su rutina.
3. Quiere a cada hijo como único e irrepetible sin hacer comparaciones entre ambos. Observa las cualidades únicas de cada niño.
4. Identifica aquellas situaciones que suelen provocar una reacción de celos con mayor frecuencia con el fin de desarrollar nuevas fórmulas de afrontamiento. Si siempre actúas del mismo modo, obtendrás los mismos resultados. Toma decisiones en colaboración con tu pareja.
5. La ayuda de un psicólogo profesional puede ser muy positiva cuando los padres sienten que no pueden gestionar por sí mismos la situación. Una situación de celos entre hermanos por la que se sienten desbordados. También puedes valorar esta posibilidad de asesoramiento profesional si te gustaría contar con un experto que te informe de manera más personalizada a partir de las características particulares del caso.
Con la ayuda de un especialista también puedes desarrollar recursos y habilidades de educación.
Qué pueden hacer escuela y familia
La escuela y el hogar son dos de los espacios más importantes en la vida de un niño. Lugares de referencia en su rutina cotidiana. Esta es una de las razones por las que es muy importante que padres y docentes mantengan una comunicación frecuente para poner en común cuestiones significativas sobre el desarrollo y la evolución del niño.
Por ejemplo, si los profesores observan síntomas de celos entre hermanos, pueden comunicar este hecho a los padres. La misma iniciativa puede tomarse en la situación opuesta. ¿Qué pueden hacer la escuela y la familia? Trabajar como un equipo en colaboración continua.