La inclusión educativa se contrapone a la uniformidad de la enseñanza. ¿Por qué? Porque desarrolla los contenidos y los procesos formativos teniendo en cuenta las igualdades y las diferencias de los distintos alumnos. Así, la pedagogía terapéutica se define como una disciplina pedagógica que intenta sacar lo mejor de cada persona. Y lo hace mediante una atención personalizada. Gracias a ella, los individuos con dificultades especiales o alejados de la normalidad aprenden más y mejor. ¿Quieres saber más sobre este tema? ¡Sigue leyendo! O también puedes especializarte en esta disciplina con el Máster en Pedagogía Terapéutica, online o a distancia, ¡tú eliges!

La labor del pedagogo terapéutico

Un profesional en Pedagogía Terapéutica (PT) se ocupa de dar la respuesta adecuada a todos aquellos alumnos cuyas necesidades de enseñanza y atención son distintas. Estos especialistas habitualmente, desempeñan su trabajo en centros de educación infantil y primaria.

Son profesionales que asumen la finalidad de facilitar la integración e inclusión de alumnos con problemas específicos. Y, para ello, realizan un seguimiento personalizado, continuado y concreto de cada caso. Pero, más concretamente, ¿qué objetivos persiguen estos profesionales? Entre ellos, destacan las siguientes:

  • Proporcionar a los alumnos especiales una atención individualizada, directa y preferente.
  • Seleccionar y asesorar en materias curriculares que se adaptan a este alumnado.
  • Aconsejar, respaldar y apoyar a los profesores convencionales del colegio o instituto.
  • Salvaguardar e implementar los principios de individualización, normalización e integración en la escuela.
  • Definir, desarrollar y poner en práctica las adaptaciones curriculares individualizadas y significativas que cada alumno especial precisa. Dado que el contenido del currículo escolar es homogéneo, lo examinan y adaptan en función de cada persona afectada.

En definitiva, su principal exigencia es dar respuesta a las necesidades educativas especiales de los estudiantes con dificultades.

Funciones prácticas de estos profesores especializados

La labor diaria de estos especialistas se concreta en una diversidad de trabajos y labores que responden a estas funciones operativas:

  1. Definir a principio de curso, con los profesores tutores, el programa de trabajo de los alumnos con necesidades educativas especiales.
  2. Controlar las altas y bajas de la lista de Atención Temprana del Desarrollo Infantil (ATDI).
  3. Definir cómo serán atendidos los alumnos especiales y organizar los horarios, los espacios y los materiales que precisan.
  4. Identificar y revisar sus necesidades, tras recopilar la documentación precisa y reunirse con otros profesionales relacionados.
  5. Gestionar y diseñar las adaptaciones curriculares pertinentes. Además, adaptar los materiales y contenidos en la dirección idónea.
  6. Crear un plan de trabajo individualizado, seguirlo y evaluarlo.
  7. Apoyar, asesorar y dar orientación a las familias a través de informes periódicos sobre los avances y logros obtenidos.

Beneficios de la pedagogía terapéutica en los centros escolares

Si tienes un hijo con necesidades especiales de educación, deberás tomar una decisión fundamental respecto a su enseñanza. ¿A qué centro educativo vas a llevarlo? En primer lugar, puedes optar por un centro específico de educación especial. O, si lo prefieres, puedes decantarte por aulas de educación especial con dedicación preferente, dentro de un colegio convencional.

La decisión no es sencilla y, desde luego, dependerá de cómo sea cada niño. Los especialistas podrán orientarte y te ayudarán a tomar la decisión correcta. La presencia de un equipo de pedagogos terapéuticos es el factor diferencial en la calidad de la enseñanza especial en los centros convencionales.

En general, los niños que van a recibir este tipo de educación precisan adaptaciones significativas. Así, presentan déficits psíquicos, limitaciones o discapacidades sensoriales o físicas y diferentes trastornos del desarrollo.

Ventajas específicas de la educación con PT

Te presentamos, a continuación, los beneficios que aporta la pedagogía terapéutica en los niños que reciben la enseñanza en centros de educación convencionales:

  1. Enseñanza personalizada, diseñada “a medida” y a partir de las posibilidades de aprendizaje del alumno.
  2. Mejora de la autoconfianza de los chicos. La terapia se desarrolla tanto en el ámbito escolar como en el personal. El beneficio es progresivo e incuestionable.
  3. Socialización con niños no especiales. La convivencia con otros alumnos del colegio o instituto mejora la preparación para la vida. Eso sí, debe orientarse correctamente para que se creen vínculos y relaciones recíprocas que beneficien a todos.
  4. Currículo individualizado, en el que prima el carácter funcional y el desarrollo de las habilidades que le dan mayor autonomía. En consecuencia, se potencian la autonomía personal, la capacidad social y la comunicación.
  5. Actividades personalizadas creadas para tratar las auténticas dificultades del alumno.
  6. Aprendizaje y formación en múltiples ámbitos. Además del aula, el patio, el comedor, los baños, el gimnasio y cualquier otro espacio del centro educativo se convierten en foco permanente para la educación de los menores.
  7. Interacción social estimulada en un contexto controlado. Las oportunidades de socialización y relación se van a adaptando a las necesidades especiales de cada pupilo.

Inconvenientes y factores de mejora de la pedagogía terapéutica

No es un camino de rosas, eso está claro. Si así fuera, resultaría demasiado sencillo elegir el modelo de educación para niños con necesidades especiales. Sus inconvenientes constituyen el área de actividad que los pedagogos terapéuticos se esfuerzan por allanar. En cierto modo, junto a su carácter individualizador de la educación, trabajan como facilitadores de esos beneficios potenciales. Y, también, ayudan a minimizar los efectos de estos matices negativos:

  • Compensar la tendencia a las calificaciones peyorativas y la ausencia de la comprensión y el estímulo necesarios. Hay que detectar y arrancar de raíz cualquier matiz de marginación o esbozo de bullying.
  • Favorecer la socialización y combatir la posibilidad de un aislamiento generalizado.
  • Asegurar los recursos técnicos y personales necesarios. Por supuesto, desde el pedagogo terapéutico hasta el logopeda, pasando por los auxiliares precisos.
  • Asegurar que los alumnos tienen el material, los recursos y los apoyos que precisan.
  • Evitar que los profesores especializados en pedagogía terapéutica se sientan aislados y alejados del colectivo formativo del centro escolar.
  • Adaptar el colegio o instituto, como entorno físico, a las necesidades existentes. Así, implica reorganizar los espacios, eliminar las barreras y diseñar espacios adaptados.

La pedagogía terapéutica se presenta, por lo tanto, como un importante avance en la educación y socialización actuales. Gracias a esta disciplina, los alumnos con dificultades especiales encuentran un mayor respaldo y una preparación personalizada para la vida. Y los pedagogos terapéuticos son esenciales para lograr este reto social.