Los niños de tres años que inician la etapa inicial escolar requieren de un periodo de adaptación, sobretodo aquellos que no han ido a la escuela infantil. El inicio del curso escolar es algo diferente al resto, ya que pronto tendrán que enfrentarse a cambios importantes en su vida cotidiana. Necesitarán un proceso temporal para sentirse del todo cómodos en su nuevo entorno. Por ello, con la vuelta al cole aquí, hoy repasamos cuáles son las diferentes etapas de adaptación en Educación Infantil y qué pautas debemos seguir para facilitar este proceso. ¿Quieres formar parte activa de ello? Fórmate como Auxiliar de Educación infantil y dedícate al cuidado, educación atención de los más pequeños.
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¿Qué es el periodo de adaptación?
Imagina el mundo de un niño pequeño en el que de repente, un día todo cambia. Acude a un lugar que no conoce y lo dejan con una persona desconocida. Un espacio donde todo es nuevo: los juguetes, los compañeros, la comida, los hábitos… todo es distinto al jardín de infancia. Y lo más importante, hay muchos niños desconocidos que lloran a menudo, y algunos incluso pueden mostrarse poco receptivos.
Por todo ello, al entrar en un entorno desconocido, el niño pasa por un estrés muy significativo. Para que se acostumbren, deben pasar por un periodo de adaptación escolar. Este término sugiere la capacidad de adaptarse a las condiciones del entorno exterior y acostumbrarse a ellas.
Durante la etapa de adaptación, se modifica el funcionamiento de casi todas las rutinas del niño. La adaptación del niño a las condiciones del colegio se relaciona con los siguientes procesos:
- Se produce una regresión de habilidades (el niño “olvida” temporalmente cómo ir al baño, sostener una cuchara, etc.).
- El sueño y el apetito se deterioran.
- El niño parece deprimido, sin energía y se vuelve más lento.
- Las rabietas y pataletas son más frecuentes.
Etapas de adaptación escolar
Dentro del proceso de adaptación en la educación inicial podemos hablar de tres etapas: leve, media y severa, sobre las que profundizamos a continuación.
Fase leve
El niño que está atravesando una fase leve tardará en promedio de 2 a 4 semanas en adaptarse. La fase de adaptación leve tendrá las siguientes características:
- Sueño: el niño duerme tranquilamente durante las siestas, a veces puede despertarse, pero se volverá a dormir fácilmente.
- Apetito: es posible que exista exigencia a la hora de seleccionar los alimentos.
- Estado emocional: se muestra tranquilo y sin picos importantes.
- Comportamiento: sin lágrimas ni rabietas, dejan ir a su madre y juega con los niños de su clase. El pequeño se mantiene ocupado y entretenido cuando juega.
- Interacciones con adultos y compañeros: el menor se pone en contacto con profesores y compañeros, puede pedir ayuda a un educador y se involucra activamente en jugar con sus compañeros.
Fase media
La fase media de adaptación escolar dura más de un mes. El niño suele estar enfermo y su adecuación es más compleja debido a las largas pausas.
Se puede decir que la adaptación es de intensidad media cuando se cumplen los siguientes criterios:
- Sueño: el niño no duerme durante la siesta diurna, aunque si logra conciliar el sueño, su sueño no es tranquilo y a menudo se interrumpe.
- Apetito: puede abstenerse de comer la mayor parte de los alimentos ofrecidos y no come con frecuencia.
- Estado emocional: llora a menudo y suele estar triste, los cambios de humor ocurren con frecuencia. Pueden distraerse con un juego, pero no durante mucho tiempo.
- Comportamiento: es difícil para el pequeño separarse de su madre; se para y mira por la ventana durante mucho tiempo, después de su partida.
- Interacciones con adultos y compañeros: el niño no muestra interés en la comunicación y pregunta constantemente si sus padres regresarán pronto.
Fase severa
Un proceso de adaptación severo es familiar para los niños que experimentan problemas de salud. Un niño con un grado severo de adaptación puede estar acostumbrándose durante más de dos meses. Los siguientes factores sugerirán que al niño esta pasando por este tipo de fase:
- Sueño: el niño no duerme durante la siesta diurna. Por la noche, su sueño es irregular, inquieto y, a menudo, lleno de miedos nocturnos.
- Apetito: escaso, puede abstenerse de comer.
- Estado emocional: reprimido, el niño se vuelve antisocial o agresivo.
- Comportamiento: llora después de que los padres se van, grita y no quiere interactuar con nadie. También puede estar sentado aislado durante mucho tiempo.
- Interacciones con adultos y compañeros: no se pone en contacto con nadie y muestra agresividad a niños y adultos.
Se considera que el periodo de adaptación escolar finaliza cuando todos estos aspectos se han estabilizado.
¿Cómo ayudar al niño a adaptarse mejor al colegio?
Estas son algunas de las prácticas que pueden favorecer el periodo de adaptación del niño al colegio:
- Es importante preparar al niño para la escuela con anticipación. Muéstrale el edificio y señala las ventanas dónde se llevarán a cabo sus clases, así como el patio de recreo. Si puede que conozca a los profesores. No está mal si el niño aprende sus nombres antes del primer día. También es bueno explicarles que todos los padres recogen a los niños a una hora y que nadie se queda a pasar la noche. Cuanto más sepa el niño sobre el proceso, más fácil será para el periodo de adaptación.
- Los psicólogos suelen sugerir el uso de juegos de roles que demuestren situaciones comunes, como la “hora de la merienda”, la “hora de jugar” o la “hora de dormir”, que permitirán que el niño se acostumbre a estas situaciones desde la comodidad de su casa.
- La capacidad del niño para adaptarse con éxito dependerá en gran medida del estado psicológico de sus padres. Cuanto más tranquilos estén la madre y el padre ante el hecho de que el niño comience a asistir a la escuela infantil, más seguro se sentirá el niño en ese entorno desconocido.
- Es esencial desarrollar las habilidades de autoservicio necesarias. Darle más independencia es darle un mayor poder de adaptación al nuevo medio.
- Asimismo, es esencial prestar atención al desarrollo de las habilidades de comunicación del menor. El niño debe saber comunicarse no solo con otros niños, sino también con los adultos. Entrenar sus habilidades de comunicación cuando esté con otros compañeros, en el patio de recreo y durante los viajes con familiares, es clave.
- Como madre o padre es recomendable que conozcas de antemano a los trabajadores de la escuela y te familiarices con el horario y las condiciones. Las vacunas, los exámenes médicos y otras visitas al médico deben realizarse estrictamente antes de la vuelta al cole.
- Los padres deben advertir a los educadores sobre todas las particularidades del comportamiento del niño, sus hábitos y preferencias. Igualmente, es importante preguntarles sobre el comportamiento del niño y su evolución en las aulas.