Los primeros años de vida de un niño son muy importantes en su desarrollo y, a la vez, este tiempo también es muy significativo en la vida de las madres y los padres. El colecho es una de las prácticas de crianza con apego, un tipo de cercanía también se alimenta a través del descanso. En este artículo profundizamos sobre este tema para conocer cuáles son las ventajas e inconvenientes de colechar, así como límites a establecer en dicha práctica por el bien de los pequeños. De todos modos, si buscas una formación más específica sobre estos temas puedes formarte con nosotros como Experto en Crianza y Desarrollo Emocional Infantil y ahondar mucho más sobre los estilos de crianza y medición del apego.

Colechar con el bebé: una decisión muy personal

Con la llegada del bebé, es necesario comprar distintos artículos. La elección de la cuna es una cuestión importante. Entre la variada oferta de productos disponibles en el mercado, las cunas colecho permiten a padres e hijos dormir en el mismo espacio. Este es un tipo de cuna que está unida a la cama de los padres a través de uno de sus lados. De este modo, el niño tiene su propia zona de descanso. No obstante, al mismo tiempo, este tipo de cuna refuerza esta proximidad.

La importancia de velar por la seguridad de los pequeños

¿Qué debes tener en cuenta para practicar esta fórmula? Uno de los factores esenciales en esta decisión es la búsqueda de la seguridad, potenciando el bienestar del niño durante toda la noche. Puedes hablar con el pediatra de tu hijo para resolver tus dudas sobre este tema.

Existen distintas formas de poner en práctica esta propuesta. En algunos casos, la familia duerme en la misma cama. Pero, en cualquier opción, la seguridad es uno de los aspectos más relevantes. Por ello, es importante tener en cuenta la opinión de los expertos y pediatras. Además, conviene mantener una conversación en pareja para hablar sobre este asunto. En caso de elegir esta práctica, es fundamental que ambos estén de acuerdo en la decisión.

Cada uno debe sentirse libre de exponer su punto de vista. Esta conversación resulta enriquecedora cuando cada uno comparte con el otro las ventajas o inconvenientes de esta experiencia. Pero la decisión final no depende, únicamente, de los posibles beneficios.

¿Cuáles son los beneficios del colecho?

Según los especialistas, colechar aportaría una buena suma de beneficios tanto para los padres como para los bebés:

Vínculo emocional entre padres e hijos

La proximidad en la zona de descanso también alimenta la cercanía emocional de los padres con el bebé. La formación de este nuevo vínculo se fortalece con el conocimiento mutuo. Así, esta experiencia tiene este significado emocional para quienes toman esta decisión de forma consciente.

Más tiempo en familia

La práctica del colecho también está vinculada con la oportunidad de compartir tiempo en familia, ya que colechar ofrece una rutina en la que compartir este espacio.

Mayor comodidad en el periodo de lactancia

El descanso es uno de los pilares del bienestar del bebé. Pero los padres también necesitan descansar para hacer frente a los objetivos de un nuevo día. Además, la alimentación también es esencial para cuidado del niño y su crecimiento. Pues bien, esta rutina incrementa la comodidad en la lactancia materna. Ten en cuenta que esta cercanía en el dormitorio no solo es física, sino también emocional. Si el niño llora durante la noche, escucharás pronto su llanto. Eso sí, si decides potenciar esta práctica, es muy importante que este descanso se desarrolle en un clima de bienestar para todos.

La otra cara de la moneda: las desventajas de colechar

El análisis de las ventajas o inconvenientes de esta práctica siempre se contextualiza en las particularidades de cada historia. Aunque algunas familias ponen en valor esta práctica, otras prefieren elegir otra opción. ¿Cuáles son las desventajas que pueden producirse en este contexto?

Menos tiempo para el espacio personal

Así como es muy importante cuidar el vínculo con el niño, también es esencial fortalecer la relación. Encontrar tiempo para estar juntos, disfrutar de instantes para estar a solas, no es algo que resulte sencillo en esta nueva etapa y este es uno de los posibles inconvenientes de esta forma de descanso. Un hecho que se vive como un inconveniente puede llegar a afectar a la comunicación entre ambos. Si la percepción que cada uno tiene sobre este tema es diferente, pueden surgir discusiones al respecto.

Niños más dependientes

Algunos profesionales consideran que esta práctica sostenida en el tiempo incrementa la dependencia en el niño. El niño vive distintos cambios a lo largo de su proceso de crecimiento y uno de ellos es el momento en el que comienza a dormir en su propia habitación. Esta observación sobre el posible nivel de dependencia del niño se vincula con el tiempo que haya durado esta rutina.

Colechar puede afectar al descanso

Cada persona es diferente y es posible que alguien tenga la percepción de que no descansa plenamente al practicar el colecho. Además de atender las necesidades del niño, conviene buscar el propio bienestar. De lo contrario, el cansancio acumulado influye de forma negativa en el inicio de cada nueva jornada.

Cómo marcar los límites en la práctica de crianza con apego

Una vez tomada esta decisión, también conviene establecer algunos límites. Y es que, como en cualquier proceso vital, esta experiencia tendrá un comienzo y un final. Este es uno de los límites en los que conviene profundizar como padres para establecer unos tiempos determinados.

Los límites en la práctica del colecho son aquellas medidas que garantizan la seguridad. Es decir, es importante establecer una rutina que atiende las necesidades del niño y, en este sentido, lacomunicación de pareja es muy importante para llegar a este objetivo.

Cada persona responsable de cuidar de su hijo toma decisiones constantes sobre su crianza y educación. Cuando este proyecto familiar se comparte en pareja, entonces, las decisiones dependen de ambos. No existen manuales que aporten respuestas universales sobre este tema. Sin duda, conviene no idealizar la maternidad o la paternidad. Tampoco es recomendable hacerlo con el colecho. Los posibles beneficios de esta práctica siempre se contextualizan en el ámbito de cada historia. Por tanto, para marcar límites en torno a esta rutina es recomendable que observes la realidad y evites esta idealización. Más bien, la idea es que priorices la seguridad del niño y que la decisión vaya acorde a vuestro criterio como padres.