La programación neurolingüística es una de las herramientas más eficaces para promover el desarrollo infantil. Se trata de una estrategia que fortalece el autoestima en los niños, promueve la gestión emocional y enriquece el aprendizaje desde edades tempranas. ¿Te gustaría especializarte en este ámbito? Con nuestro Máster en PNL adquirirás un conocimiento completo para aplicar estrategias que mejoren la conducta de los niños en contextos socioeducativos. ¡Échale un vistazo! Puedes formarte online o a distancia, a tu ritmo y con un tutor/a personal que te acompañará a lo largo de toda la formación.

¿Qué es la programación neurolingüística y para qué sirve?

La PNL es un modelo conductual que identifica patrones de pensamiento que influyen sobre el comportamiento de una persona para promover su aprendizaje y mejorar su calidad de vida. Es decir, se trata de una herramienta que persigue la mejora continua en el individuo para llevarlo a lo más alto, potenciando sus habilidades y aptitudes en su vida personal y profesional.

Los precursores de esta técnica son John Grinder y Richard Bandler, quienes sostenían que las personas exitosas comparten unos determinados patrones de conducta que, de reproducirse en otros sujetos, se alcanzarían los objetivos esperados.

Si profundizamos en el concepto en sí, la definición de programación neurolingüística podría plantearse de la siguiente forma:

  • PROGRAMACIÓN. El término hace referencia a cómo la mente sigue unas pautas determinadas para adoptar, eliminar o actualizar nuevas formas de pensar y de comportarse.
  • NEURO. Se refiere a que el comportamiento es la consecuencia de cómo el cerebro procesa la información.
  • LINGÜÍSTICA.  Dicho proceso neurológico se organiza, divide y transmite a través de la comunicación. Es decir a través del lenguaje representamos nuestro pensamiento y comportamiento.

En definitiva, la PNL aplicada a la infancia permite identificar qué cambios se requieren para mejorar la conducta del menor y cumplir con los objetivos deseados. Asimismo, este recurso sirve para adoptar diferentes perspectivas en relación a una situación concreta, así como para potenciar los puntos fuertes y reforzar las habilidades del niño en su desarrollo.

Sistemas representacionales para un aprendizaje significativo

Entre las herramientas de PNL, destacan los sistemas represenacionales, los cuales a través de los sentidos, se comprende cómo el niño recibe la información, la almacena y cómo la recrea en su mente, dando pie a una u otra acción determinada.

Hablamos de tres tipos de sistemas de representación sensorial en programación neurolingüística, los cuales en conjunto se conocen como VAK.

Visual

Los menores que destacan por un sistema de representación visual son aquellos que relacionan el conocimiento con las imágenes. Es decir, ven y traducen la información en términos visuales.

La mayoría de la población pertenece a este grupo y se caracterizan por la facilidad que tienen para asimilar la información visual, mejor incluso que aquellos que la obtienen a través de otros métodos como la lectura, por ejemplo.

Este “talento” puede verse potenciado en los niños si estimulamos su creatividad e imaginación a través de esquemas mentales, fotografías y gráficos que mejoran su memoria y activan sus habilidades cognitivas.

Auditivo

Un niño preferentemente auditivo es aquel que escucha la información y la transforma en sonidos. Son los menores que asimilan mucho mejor la información que se transmite de forma oral.

¿Cómo potenciar este desarrollo? A través de la lectura en voz alta, la organización de debates, la escucha de canciones, entre otros métodos de representación auditiva.

Kinestésico

En la programación neurolingüística, el sistema representacional kinestésico está ligado sobre todo al sentido del tacto, además de al gusto y al olfato. Aquí entraría el aprendizaje que se obtiene de las sensaciones físicas, los cambios de temperatura, los olores y los sabores, entre otros.

Por tanto, los niños que destacan por este sistema tienen un sentido del tacto ampliamente desarrollado, tanto que incluso les resulta más eficaz para recordar que la vista o el oído. Para potenciarlo es interesante desarrollar juegos de rol o de experimentos, así como cualquier actividad que implique el movimiento corporal.

En definitiva, si identificamos cuál es el sistema de representación sensorial por el cual destaca el pequeño, podemos utilizar esta información para mejorar su desarrollo y garantizar un proceso de aprendizaje significativo en su educación.

Técnicas de PNL para niños

La programación neurolingüística pone en valor las virtudes de la persona para realzar sus fortalezas y promover su desarrollo.

Por lo tanto, podemos afirmar que la PNL para niños se emplea con el objetivo de mejorar su conducta y de fomentar los aspectos positivos que les permitirán potenciar sus talentos y reforzar sus habilidades en las distintas etapas de su crecimiento y, evidentemente, también en su edad adulta.

En este sentido, el juego es una de las tácticas más eficaces para inculcar estos valores en los menores y, a continuación, vemos algunos ejemplos de técnicas en PNL para niños y adolescentes que trabajan sobre la mejora conductual en estas etapas:

Lenguaje asertivo

Emplear el “No” para guiar a los niños o darles una instrucción determinada no es una buena idea. Adoptar un lenguaje con afirmaciones positivas contribuye a que reciban mejor el mensaje y actúen también mejor en consecuencia.

Por ejemplo: “Vas a suspender porque no estudias nada”. En lugar de trasladarle este mensaje, es más adecuado cambiarlo por: “Si estudias mucho y te esfuerzas consigues buenos resultados”.

Anclaje

A través de este método de anclaje en PNL, se vincula un estímulo a un estado emocional para conseguir un feedback más positivo en los niños.

Un ejemplo sería el hecho de brindarles un amuleto de la suerte para un examen o para enfrentar una situación que le resulta difícil. De esta forma, tomarán más seguridad en sí mismos y se sentirán más capaces de afrontar el reto.

Calibración

Esta es la herramienta de programación neurolingüística que se basa en la observación del lenguaje verbal y no verbal para conocer diferentes estados mentales.

A partir de las señales que se transmiten hablando, con movimientos y expresiones, con el estado de la postura o de la respiración, podemos establecer unos objetivos para conseguir un cambio positivo en la persona.