Las aulas Montessori crean el espacio propicio para aplicar el método Montessori, uno de los más elegidos como forma de educación infantil. A partir de este modelo, los niños aprenden desde la libertad y la independencia y, por ello, es esencial diseñar espacios adaptados a ello. Si quieres especializarte en esta metodología educativa puedes cursar el Máster en Pedagogía Montessori y formarte para la aplicación de esta metodología educativa.

Cómo son las aulas Montessori

Recordemos que el método Montessori se basa en una forma de aprendizaje en que el niño desarrolla conocimientos y habilidades de forma autónoma y en un contexto estructurado.

En este sentido, sobre este modelo educativo, el ambiente adquiere una gran relevancia. Y es que, el aula Montessori se debe adaptar a las necesidades de cada pequeño para promover un aprendizaje libre y autónomo desde la infancia. Es decir, el objetivo de este espacio es fomentar la independencia y la propia responsabilidad a edades tempranas.

Para ello, estos espacios deben cumplir con las características de las aulas Montessori, que son las siguientes:

  • Se combinan espacios abiertos y despejados con otros dedicados a diferentes actividades para incrementar la motivación de los pequeños, así como sus habilidades y conocimientos.
  • Los rincones Montessori están orientados al trabajo grupal para promover la socialización entre los niños, pero también están adaptados a su desarrollo individual.
  • En lugar de escritorios hay mesas de trabajo, aunque también es común que los niños aprendan en el suelo sobre alfombras.
  • Prevalecen los colores suaves y se prioriza la luz natural para fomentar la tranquilidad y la concentración de los alumnos. Asimismo, la decoración está basada en los trabajos elaborados por los menores.
  • El mobiliario debe ser de un tamaño adecuado para contribuir al desarrollo psicomotriz infantil.
  • Destaca un espacio para la lectura, la reflexión y el silencio, donde los niños puedan estar tranquilos y concentrarse mejor.
  • El aula se organiza en diferentes áreas (matemáticas, lenguaje, cultura…) con materiales adaptados. Esta división permite a los menores aprender sin un horario y rutina marcada, como ocurre en la metodología tradicional.

Materiales Montessori

En la configuración de este tipo de aulas es fundamental la incorporación de materiales Montessori, los cuales se caracterizan por estos atributos:

  • Están científicamente elaborados, ya que se ha probado su eficacia sobre el aprendizaje de los niños.
  • Son manipulables y sensoriales. Es decir, están diseñados específicamente para que sean manejables por los niños y que les permitan incrementar su aprendizaje (mediante la observación, la manipulación y la práctica de los mismos).
  • Se adaptan a las posibilidades de los pequeños, tanto en fuerza como en tamaño.
  • Siguen un código de colores para que los menores los asocien con determinados conceptos.
  • Se proporcionan en un orden progresivo (de los más sencillos a los más complejos).
  • Son materiales que favorecen la autoevaluación en el niño, lo cual contribuye a su progreso y autonomía como persona.

Las 5 áreas del aula Montessori

Como decíamos anteriormente, las aulas Montessori no funcionan con horarios establecidos, sino que se basan una serie de áreas de trabajo a las que el alumno accede de forma voluntaria según sus preferencias e inquietudes personales, nivel de aprendizaje y necesidades propias. Las áreas Montessori en las que se suelen dividir las clases (de 3 a 6 años) son las siguientes:

Vida práctica

En el área práctica, los pequeños se familiarizan con estas tareas básicas y, a la vez, ello contribuye a mejorar su seguridad y a fomentar habilidades como la concentración y la coordinación.

Igualmente, a través de estas labores, pueden aprender a cuidar de ellos mismos y de su entorno, además de interiorizar los roles sociales y de potenciar las destrezas motoras.

Sensorial

Otro de los espacios característicos de las aulas Montessori es el área sensorial, que está orientada a estimular los sentidos en los niños. Y es que a través de la vista, el olfato, el oído, el gusto y el tacto, pueden explorar y empezar a conocer el mundo que les rodea.

Por ello, este espacio busca trabajar las percepciones sensoriales con materiales que permiten a los menores experimentar con los matices, los colores y las cualidades de los objetos.

Matemáticas

En la educación Montessori también destaca un área de matemáticas donde se aborda el reconocimiento de los números y las cantidades mediante un progreso de menor a mayor dificultad.

Se trata de un espacio donde se promueven conceptos como el conteo, las fracciones, la suma, la resta, la multiplicación y la división, a partir de materiales como barras y tablas de madera.

Lenguaje

En el área del lenguaje se promueven las habilidades de lectoescritura para que los pequeños aprendan a leer y a escribir.

En este sentido, se familiarizan con aspectos como la gramática, la fonética, el estudio de las palabras y la formulación de oraciones, así como con la narración de relatos.

Cultura

El área de cultura general está relacionada con los conocimientos relativos a la geografía, las ciencias, el arte y la música, entre otras disciplinas afines.

Se trata de un ámbito muy amplio donde los niños pueden adquirir conocimientos y habilidades sobre diferentes campos de estudio que despiertan su interés.

El rol del guía Montessori

Teniendo en cuenta que el objetivo es crear el ambiente más idóneo para favorecer la autonomía e iniciativa del niño, la capacidad de toma de decisiones, así como el respeto propio y hacia los demás, la labor del guía montessori toma un rumbo muy distinto al que observamos en el contexto de educación tradicional.

En las aulas montessori, el monitor debe trabajar para promover estos valores y no intervenir a menos que los pequeños lo requieran. De hecho, una de las principales características que definen a estos profesionales es la observación y el acompañamiento personalizado, pero siempre respetando la libertad de los menores de aprender y actuar por sí mismos, incrementándose así la disciplina y la confianza desde la primera infancia.

En definitiva, los guía Montessori básicamente acompañan y guían a los niños en su aprendizaje, pero siempre permitiendo que el conocimiento se dé libremente, mediante la exploración, la práctica, la imaginación y la cooperación entre los menores.