Fortalecer la autoestima en la adolescencia es esencial para promover una mayor estabilidad emocional, mental y social en la edad adulta. Pero no siempre es fácil y de hecho, muchas veces el amor propio toma un rumbo equivocado, suponiendo múltiples inseguridades, miedos y malestares que influyen negativamente en el desarrollo de los menores.
En este post hablamos sobre cómo potenciar la autoestima en los más jóvenes y por qué es importante prestarle la debida atención. También puedes saber más sobre este tema formándote con el Máster en Psicología Infantil y Adolescente, y especializarte en este ámbito.
Índice de contenidos
Desarrollo de la autoestima en la adolescencia
De acuerdo a la definición propuesta por la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPAP), la autoestima “se forma con los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que se van teniendo sobre la propia imagen durante toda la vida”. Dichas ideas, percepciones y emociones pueden ser positivas, dando lugar a una autoestima sana o, contrariamente, negativas, causando una baja autoestima.
Y ¿cuándo se forma la autoestima entonces? Podemos decir que desde el nacimiento, aunque varia a lo largo de la vida y especialmente desde la adolescencia, donde los cambios y las dificultades son más evidentes y el amor propio puede verse afectado.
El autoconcepto y la autoestima en los jóvenes
En relación a la autoestima en la adolescencia cobra especial relevancia el autoconcepto. Es decir, la definición que cada persona hace sobre sí misma. Por lo que, de alguna forma, podemos concluir que la autoestima es la valoración positiva o negativa fruto del propio autoconcepto.
El autoconcepto se refiere a la representación mental que uno tiene sobre sí mismo. Esta imagen propia en la adolescencia se vuelve menos coherente y más cambiante. Sobre dicha valoración influyen los aspectos sociales relacionados con la comparación con los demás y los aspectos cognitivos que pueden beneficiar o perjudicar la forma en la que se percibe y se valora el menor.
La importancia de la autoestima en adolescentes
La autoestima es el motor que da pie a un desarrollo sano y un crecimiento psicológico adecuado en las personas. Ese amor propio se empieza a construir en la infancia y es decisivo para la formación de la personalidad en la niñez, durante la adolescencia y en la edad adulta.
Concretamente, en la adolescencia surgen muchos cambios socioafectivos, físicos y cognitivos, tomando especial relevancia el autoconocimiento y generándose autoconceptos propios.
Una autoestima alta y saludable en la adolescencia se relaciona de forma positiva con una mayor satisfacción con la vida y con un mejor manejo de experiencias negativas. Igualmente, tener una autoestima adecuada es determinante también en la prevención de conductas de riesgo frecuentes en la adolescencia, según lo constatan varios estudios realizados.
Autoestima baja en los adolescentes: cómo identificarla
Hemos visto que una buena autoestima es la mejor aliada para evitar la inestabilidad emocional en la adolescencia. Asimismo, valorarse y quererse también contribuye a tener relaciones sociales de calidad en la etapa de la juventud y más tarde en la vida adulta. Pero ¿cómo saber si el menor tiene una percepción insana sobre él mismo? Estas son las señales de alerta que nos indican una falta de autoestima en el adolescente:
- Cree que es inferiores a los demás, no se valora y tampoco se hace respetar.
- No tiene confianza en sí mismo y sobre sus capacidades y habilidades.
- Se muestra inseguro y con miedo al fracaso y, por ende, evita probar cosas.
- Suele tener falta de disciplina, de compromiso y de responsabilidad.
- Intenta llamar la atención y puede apoyarse en el engaño y la mentira para destacar sobre el resto.
- Responsabiliza a los demás de sus desgracias, adoptando actitudes violentas y desafiantes.
- Tiene dificultades para relacionarse con sus iguales.
- Tiende al pesimismo y a la exageración.
- Suele compararse con los demás.
Pautas para aumentar la autoestima en adolescentes
La Asociación Española de Pediatría en Atención Primaria (AEPAP) da estos consejos para mejorar la autoestima en los adolescentes:
- Dejar a un lado los pensamientos negativos sobre uno mismo.
- Probar nuevas actividades.
- Ponerse como objetivo el logro en lugar de la perfección, recordemos que esta no existe.
- Identificar las cosas que puedes cambiar para sentirte mejor y las que no son modificables.
- Hacer de los errores oportunidades de aprendizaje.
- Fijarse metas.
- Colaborar en labores sociales.
- Practicar ejercicios.
- Disfrutar y pasarlo bien.
Asimismo, los padres y madres también tienen un papel relevante para reforzar la autoestima en la adolescencia. Desde el Colegio Oficial de Psicólogos (COP) dan algunas pautas a los progenitores:
Respetar su espacio pero marcando límites
La adolescencia es una etapa en que los menores necesitan mucho más espacio para autoexplorarse y autodefinirse. Es importante respetar su “parcela”, pero siempre marcando los límites necesarios.
La idea es que el adolescente pueda sentirse independiente y experimentar por sí mismo, pero que sea consciente de que los padres siguen estando ahí, actuando como tal y marcando unas estructuras y normas claras en relación a cada situación.
Practicar la complicidad
Conocer las rutinas de los adolescentes, sus amistades, intereses y aspiraciones también fortalece su autoestima. Eso sí, debe hacerse desde la complicidad y no desde la inquisición. Esa “cooperación” entre ambos estrecha lazos, potencia la confianza y también, de alguna forma, favorece la entrada de los jóvenes a la era adulta.
Destacar sus cualidades y elogiarles
Identificar sus buenas acciones, sus mejores talentos y sus principales cualidades y elogiarles por todo ello es fundamental para aumentar la autoestima en la adolescencia. En este caso, debemos alabarles desde la máxima sinceridad. Nada de inventar y hacerles creer cosas que no son, porque lo van a percibir y será peor.
Eso sí, el reconocimiento hacia ellos debe ser tanto físico como psicológico, destacando los atributos en cuanto a su apariencia y las fortalezas de su carácter y personalidad.
Empatizar con sus emociones
Escuchar a los jóvenes, ponernos en su lugar y empatizar con sus problemas es fundamental para evitar la baja autoestima en los adolescentes. Por ejemplo, si explican que se sienten mal, con miedos y que no se aceptan, debemos mostrar una actitud comprensiva y de apoyo, transmitiendo interés e importancia en todo momento.
No exigir en exceso
Las exigencias nunca son buenas y menos en una etapa como la adolescencia donde todo es rozar la perfección. Como padres y madres, es importante no exigirles demasiado para evitar frustraciones y potenciar su falta de autoestima. Hay que valorar lo que son y lo que logran, apoyarles y criticarles, pero siempre de forma constructiva, respetuosa y positiva.
Evitar la sobreprotección
Son muchos los padres que sobreprotegen a sus hijos con la mejor intención, pero esto es, sin duda, contraproducente y, en muchos casos una de las causas que provocan es una falta de autoestima en la adolescencia. Y es que proteger en exceso hace que los menores se sientan indefensos y dependientes, lo cual fomenta la baja autoestima.
Está bien ayudarles a aceptar sus debilidades y que no siempre las cosas salen como esperamos o deseamos. Hay que acompañarle en sus tropiezos, pero “dejarles caer”, fallar y equivocarse. De ahí sacaran un gran aprendizaje que les hará crecer y evolucionar como personas.