Sin duda, la tecnología es la base de las tendencias educativas que marcarán el 2023. A raíz de la pandemia, asistimos a una nueva realidad donde la innovación tecnológica toma el máximo protagonismo. El modelo de educación híbrida y las metodologías adaptadas al usuario (design thinking) se adueñan de las aulas, nutriéndose de las aplicaciones de la realidad aumentada, la inteligencia artificial y la gamificación.
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Índice de contenidos
Aulas colaborativas
La implementación de aulas colaborativas es una de tendencias educativas de 2023 que se está llevando a cabo tanto en aulas presenciales como en la modalidad e-learning.
Esta técnica de aprendizaje pone el foco en un grupo de estudiantes, con el fin de hacerlos más proactivos. Así pues, mientras el docente ostenta un rol de arbitraje, los alumnos comparten información y la transmiten a sus compañeros.
En las aulas colaborativas, la creatividad juega un papel esencial, ya que, a través de una lluvia de ideas o brainstorming, los jóvenes exponen sus puntos de vista. De modo que se genera un debate activo sobre los diferentes temas que el educador propone en cada clase.
En este caso, el objetivo es lograr que el grupo actúe como un solo colectivo, que comparta sus conocimientos mientras interactúa y que, en definitiva, socialice. En este sentido, los estudiantes no solo se hacen más responsables, sino que además, aprenden a ser más solidarios y comprensivos con sus compañeros.
Educación híbrida: presencial y online
A raíz de la pandemia y el periodo del confinamiento, la educación híbrida ha llegado para quedarse, y es que es una de las tendencias educativas de 2023 y del futuro. Alternando el modelo online y presencial, los estudiantes ganan en flexibilidad y accesibilidad, pudiendo compaginar mejor los estudios con otros quehaceres.
- La metodología híbrida permite a los alumnos asistir a clases desde la comodidad de sus casas, así como acceder a los temas de estudio.
- Las clases presenciales sirven para que los alumnos potencien la interacción y superen las pruebas de evaluación en la mayoría de casos.
En definitiva, gracias a la educación híbrida, los alumnos pueden adaptar sus horarios de aprendizaje y decidir dónde y cómo formarse. Sin duda, esta tendencia educativa es el escenario idóneo para preparar a profesionales con una mayor capacidad de adaptabilidad y manejo de las nuevas tecnologías.
Educación adaptada al alumno (design thinking)
Cada vez se toma una mayor conciencia sobre la importancia de personalizar el aprendizaje. Y es que cada persona aprende de un modo y a un ritmo determinado, por lo que la transmisión de conocimientos debe adecuarse a cada necesidad. Esto es precisamente lo que consigue el design thinking, o pensamiento de diseño, una metodología de enseñanza que detecta las necesidades individuales del alumno para proponerle la educación más adaptada en su caso particular.
El design thinking considera al estudiante como una persona y no como un grupo, para lo que diseña una enseñanza 100% adaptada a ella. De esta forma, el foco se pone en cada estudiante, promoviendo su creatividad y capacidad de innovación, así como estimulando su pensamiento crítico y concentración.
El docente, en este caso, toma el papel de guía, conduciendo al estudiante hacia la meta deseada. Y si finalmente no encuentra la solución que espera, habrá usado la lógica, al mismo tiempo que refuerza habilidades como la empatía, el trabajo en equipo y el pensamiento diferencial.
En definitiva dentro de las tendencias educativas de 2023, el design thinking destaca como un modelo disruptivo y altamente efectivo por su alto grado de personalización, lo cual promueve nuevas habilidades que nutren el desarrollo integral de cada estudiante.
Inteligencia artificial, realidad aumentada y otras tendencias educativas de 2023
Más allá de los cambios en metodologías educativas, existen otras tendencias educativas de 2023 que traen consigo un despliegue de innovación tecnológica en entornos de enseñanza-aprendizaje. Desde el uso de la realidad aumentada para que el estudiante asimile más fácilmente los conocimientos, hasta la inteligencia artificial para automatizar tareas repetitivas en el campo de la docencia.
Inteligencia artificial
En el ámbito educativo, la inteligencia artificial (IA) está aplicando la automatización de tareas relacionadas con la gestión del contenido formativo y la labor administrativa. De modo que los docentes cuentan con mayor tiempo para dedicarse a otras funciones, como preparar mejor sus clases y ofrecer una atención más personalizada a sus alumnos.
La IA, como en otros múltiples sectores, se va a ir implementando cada vez más en las aulas de todos los niveles académicos. Algunos ejemplos que ya estamos viendo son los chatbots, la creación de plataformas virtuales cada vez más intuitivas y las aplicaciones de la robótica en entornos educativos.
Realidad aumentada
Poder introducirse en un cuerpo humano para identificar las células o adentrarse en el espacio para ver de cerca los planetas es posible gracias a lo que nos ofrece la educación basada en la realidad aumentada.
En entornos de simulación los alumnos tienen un mayor interés por aprender y, asimismo, la estimulación visual es clave para retener conocimientos de manera sencilla, pero efectiva.
Gamificación
En este caso, nos adentramos en el juego como base educacional. Y es que la gamificación en el aula permite enseñar al mismo tiempo que el alumno se divierte, ofreciendo excelentes resultados, especialmente en niveles iniciales. Sobre ello se utilizan aplicaciones móviles para enseñar idiomas o asignaturas que pueden resultar más complicadas para los jóvenes. De esta forma, las matemáticas, la ortografía, la historia e, incluso, la ciencia, consiguen motivar si tienen una perspectiva lúdica.
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